La reina Isabel II murió en septiembre de 2022 a los 96 años de edad, algo que llama mucho la atención ya que en el haber vivido tanto la convirtió en la monarca más longeva que hasta ahora ha tenido el Reino Unido. Además, cabe mencionar que 70 años de toda la trayectoria de Isabel estuvieron dedicados a reinar, por lo cual muchos seguidores reales aún se cuestionan qué es lo que comía la soberana para mantenerse joven y energética.
Para despejar las dudas al respecto, el diario británico The Express consultó a antiguos chefs reales, quienes aseguraron que el desayuno de la difunta reina consistía en la mezcla de solo dos ingredientes: lenguado y espinacas.
De acuerdo con los expertos, el lenguado es un pescado blanco con carne magra, rico en proteínas de alto valor biológico y bajo en grasas, que, además, resulta una excelente fuente de vitaminas, especialmente del grupo B como B12, y minerales como fósforo, yodo y selenio. También contiene ácidos grasos omega-3, que son beneficiosos para la salud cardiovascular y cerebral.
The Express agrega que aunque el trabajo de la monarca fuera diferente cada día, dependiendo de sus compromisos reales, siempre recurría a los mismos alimentos, con tal de verse joven. Algunos cocineros reales revelaron que, en ocasiones, Isabel II reemplaza la espinaca por calabacines salteados.
¿Por qué el almuerzo que acostumbraba la reina Isabel II resulta tan saludable?
La fuente citada confirma que el típico almuerzo de la madre de Carlos III no solo era bajo en grasas, sino también rico en proteínas y con abundantes nutrientes esenciales y es por eso que Su Majestad se mantenía muy saludable.
El ex chef real Darren McGrady dijo que además de su plato favorito para el almuerzo, a la reina Isabel también le encantaba el filete con salsa de whisky y champiñones para la cena, especialmente cuando se combinaba con venado.
Por su parte Sarah Campus, entrenadora personal y coach nutricional declaró a The Express: “Se cree que la reina solía mantener las cosas simples para el almuerzo, y a menudo disfrutaba de un plato de pescado y verduras, como un lenguado con espinacas en salmuera”. Asimismo, aseguró que la monarca solía evitar los alimentos ricos en almidón, como la pasta y las patatas, cuando comía sola.
Por último, Campus reveló que a pesar de que el desayuno de la reina era simple, por las tardes y noches solía darse algunos gustos, lo cual comprueba que el equilibrio también es una de las claves para la longevidad. “La difunta reina come poco y a menudo, así que para la merienda le encanta el pastel de galletas de chocolate y el pastel de jengibre, y sus sándwiches favoritos son los de pepino, huevo y salmón ahumado”, agregó la experta en nutrición.
Por último, vale la pena mencionar que los buenos hábitos y el gusto por la comida saludable fueron heredados por parte de Isabel II a Carlos III, quien se dice suele nutrirse a partir de los alimentos que cultiva de su propio huerto en Highgrove.
