La prensa española considera que ahora que sus hijos han cumplido la mayoría de edad y que ya ha pasado un tiempo considerable desde la firma de su divorcio con Iñaki Urdangarin, la Infanta Cristina se encuentra viviendo sus mejores momentos, los cuales no ha pasado en solitario.
De acuerdo a los reportes, después de la inminente soledad que tuvo que vivir la la mediana de los Borbón y Grecia tras el desprecio de su hermano y los estragos que le dejó su enjuiciamiento por el caso Nóos, la royal tuvo que reconstruir por completo su vida y sus relaciones más cercanas, entre las cuales se cuela la que mantiene con un reconocido hombre de la escena de Madrid.
Hablamos del diseñador de modas Lorenzo Caprile con quien recientemente, a principios de este mes de junio, Cristina de Borbón fue vista en la iglesia de San Fermín de los Navarros, con el pretexto de haberse reunido para brindarse mutuo apoyo por el fallecimiento de la hermana del modisto, Paola Caprile, cuya pérdida habría tenido “destrozados” a ambos, de acuerdo con las declaraciones de Lorenzo para LOC.
Aunque su unión no es romántica, con ese último encuentro quedó demostrado que la cercanía de la infanta con su amigo no sólo se suscita en momentos de alegría, como en los que se han acompañado en los últimos 20 años, sino también en aquellos de sufrimiento, una variable indiscutible para mantener cualquier relación de amistad.
¿Quién es Lorenzo Caprile, el amigo incondicional de la infanta Cristina?
Lorenzo Caprile es un destacado diseñador de moda español, nacido en Madrid en 1967 y altamente reconocido por sus creaciones de alta costura, caracterizadas por su fina elegancia y sofisticadación. Fue justamente su fama entre los círculos sociales y profesionales en España lo que más tarde lo llevó a establecer una relación estrecha con los Borbón.
Caprile ganado reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional por su habilidad para diseñar vestidos de novia y de noche, así como por su participación en eventos de moda de prestigio, entre ellos la boda de la infanta Cristina con Iñaki Urdangarin, acto que unió de manera inseparable los caminos de la hija mediana de los Borbón con el del diseñador.
En el caso del memorable diseño que unió a la infanta con el maestro, este se trató de un modelo descrito como elegante y clásico, trazado bajo una lógica de líneas rectas y limpias, con un estilo minimalista pero sofisticado, lo cual confirmó el gusto de la royal por lo sobrio y vanguardista, dos variables por las que se caracteriza el trabajo de su ahora incondicional.