Recientemente se reveló que Kate Middleton se opone rotundamente a que sus hijos menores, Charlotte y Louis, participen de la tradición real centenaria que consiste en salir a cazar y después mancharse la cara con la sangre de su primera presa, ya sea un ciervo o un zorro.
Así lo afirma el autor real Tom Quinn en su nuevo libro “Yes, Ma’am – The Secret Life of Royal Servants”, “Sí, señora – La vida secreta de los sirvientes reales” en español. “La nuera de Carlos, Catherine, princesa de Gales, se ha mantenido firme e insistió en que no habrá sangre por sus hijos”, comenta el autor en un extracto.
¿El príncipe George ya acude de caza?
Sin embargo, aunque el príncipe Louis y la princesa Charlotte podrían estar protegidos de participar en la sanguinaria tradición por la oposición de su madre, tal parece ser que el mayor de los hijos de Catherine, George, ya ha tenido que ser partícipe de su primera caza.
De acuerdo con un reporte del Daily Mail, en 2020, el príncipe de Gales acudió al bosque escocés de Corgarff, a practicar la caza recreativa junto con Kate y el pequeño George, quien no mostró disgusto ante las sugerencias de su padre.
En aquel entonces, con tal solo 7 años de edad, George tomó en sus manos un arma para quitarle la vida a las aves que transitaban por el paisaje, por lo que muchos ambientalistas tomaron una postura confrontativa al respecto inmediatamente, argumentando que el niño había sido incitado a ser un “asesinato casual”.
La presidenta de PETA en el Reino Unido y Europa, Mimi Bekhechi, declaró ante el Daily Mail acerca del caso. “Que un niño sea obligado a presenciar una matanza tan casual, por parte de un padre al que admira, es potencialmente tan dañino para su psique como para la vida misma del pájaro”.
Igualmente, la líder defensora de los derechos animales agregó: “Participar en estas actividades puede insensibilizar a los niños frente al sufrimiento de los animales. Para que George se convierta en un líder responsable y compasivo sus padres deberían enseñarle a respetar a todos los seres vivos”.
Cabe recordar que el príncipe William desde temprana edad practica la caza, el igual que su hermano, el príncipe Harry. Según el diario The Sun, incluso, Lady Di solía apodar a sus hijos como “los asesinos de Gales”, al ser testigo del entusiasmo que ambos mostraban al disparar.
Por su parte, el príncipe Harry, en sus explosivas memorias “Spare” relató su experiencia a los 15 años, después de matar a un ciervo en los terrenos de Balmoral.
El duque describió cómo su guía de acecho, Sandy, lo obligó a meter su cabeza dentro del animal asesinado. “Puso una mano suavemente detrás de mi cuello y… empujó mi cabeza dentro del cadáver. Traté de apartarme, pero Sandy me empujó más fuerte. Me sorprendió su fuerza demencial y el olor infernal. El desayuno me subió al estómago”, detalló el exiliado royal sobre esta polémica tradición real.