La historia de amor de Meghan Markle y el príncipe Harry comenzó en 2016, dos años antes de su glamurosa boda celebrada en mayo de 2018. Sin embargo, no fue hasta 2017 cuando la ex actriz californiana pudo conocer al resto de la Familia Real.
De acuerdo con los pasajes relatados por el duque de Sussex en sus explosivas memorias “Spare”, al principio todo parecía augurar un gran futuro para su amada dentro de La Firma, ya que tanto el rey Carlos III como la fallecida Isabel II tuvieron una buena primera impresión de la ahora empresaria. Sin embargo, fueron ciertas acciones de Meg las que provocaron que poco a poco las cosas se fueran tensando entre ella y el resto de los royals.
En el caso de la reina Isabel, fueron los momentos previos a la gran boda real de Meghan y Harry los que hicieron que su opinión sobre Markle cambiara por completo, ya que, según se relata desde el Daily Express, la relación entre ellas pareció mostrar grietas después de que estallara una disputa por la tiara de que la novia portaría para llegar al altar.
¿Por qué se afirma que una tiara fue el punto de quiebre en la relación de la reina Isabel y Meghan Markle?
El medio citado afirma que Meghan y la tocadora de la difunta reina, Angela Kelly, supuestamente no estaban de acuerdo sobre la tiara que la ex actriz llevaría en su boda.
Valentine Low, corresponsal real de The Times, dijo en un extracto de su nuevo libro “Courtiers: the Hidden Power Behind the Crown”, que el príncipe Harry pensó que la tocadora de la reina estaba siendo “obstructiva” cuando ella intentó acceder a ella para las pruebas de peinado.
Low afirma que Harry “presionó a Kelly para que se saltase las normas” y utilizó “un lenguaje bastante afrutado” al dirigirse a ella.
Al respecto del episodio el editor del diario Daily Mail, Richard Eden, dijo ante Reading the Royals : “Harry sintió que Meghan no estaba siendo tratada como debía. Todo el mundo debería mostrarle un gran respeto, y aquí había una sirvienta, que estaba siendo bastante difícil y obstructiva. Eso marcó un mal tono para el matrimonio y la relación con la Familia Real”.
El experto añadió que el “corazón del problema” fue fijar una fecha para un juicio con la tiara y el peluquero de Meghan. Harry afirma en sus memorias que fue difícil ponerse en contacto con el peluquero y el equipo.
Finalmente Meghan eligió la famosa tiara bandeau de la reina María el día de su boda. Tenía una piedra central compuesta por diamantes, que alguna vez fue un broche de la Reina María, convertido en una tiara bandeau de estilo Art Decó en 1932.