La vida de Juan Carlos I siempre ha estado rodeada de controversia, ante lo cual el reino ha tenido que hacer frente a partir de una estrategia de absoluto silencio. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos que el Palacio de Zarzuela ha realizado para mantener a flote la buena imagen de la Corona, tanto el emérito como sus familiares se han visto salpicados por la polémica.
Es, sin duda, la reina Sofía de Grecia, madre de Felipe VI, quien más se ha visto afectada por los escándalos de su suegro, quien durante el 2024 fue evidenciado por su activa vida extramarital. Ante ello, tanto el rey como su esposa, Letizia Ortiz, han tomado una fuerte determinación.
Tal y cómo lo asevera Pilar Eyre, en una de sus entradas en el portal Lecturas, Doña Letizia ha optado por posicionarse según lo dictado por los protocolos de la Zarzuela, es decir, mostrando indiferencia ante todo lo comentado por la prensa respecto a la vida privada de su suegro.
Al integrarse a la vida real, en 2003, Letizia aprendió una importante enseñanza y tomó una decisión que aún hoy utiliza: “Hacer uso de una de las estrategias más utilizadas dentro de las Casas Reales: poner la otra mejilla. Fingir que no pasaba nada”, sentencia Eyre.
La experta agrega que lo más efectivo para Letizia durante todos estos años ha sido “mirar hacía otro lado y ‘aceptar’ la forma en la que los eméritos habían decidido hacer frente a su vida privada”.
¿Cuál es la posición de Felipe VI ante los escándalos de su padre?
El medio citado afirma que, al igual que su esposa, el rey Felipe VI ha optado por guardar silencio ante el polémico perfil de su padre. Aunque, esto no quiere decir que el monarca no esté enterado de primera mano sobre todo lo que se dice en la prensa sobre don Juan Carlos.
Se afirma que tanto Felipe, como sus hermanas, estuvieron todo el tiempo enterados sobre la “vida secreta” de su padre, por lo que en últimos tiempos no se habrían sentido sorprendidos por las nuevas noticias surgidas acerca del affaire que el emérito mantuvo con la ex vedette Bárbara Rey.
“Ellos sabían desde que eran unos niños que la relación entre sus padres era cuanto menos especial, y es que tal y como confesaba el propio monarca a Bárbara Rey, sus encuentros familiares se limitaban a las vacaciones en Palma y a los actos que presidían juntos”, se comenta desde Lecturas.
El mismo medio afirma que Felipe VI no tuvo de otra más que aceptar las decisiones de su padre, por lo cual llegó, incluso, a ser cercano a Corinna Larsen, ex amante de Juan Carlos I. Lecturas afirma también que fue aquella mujer quien organizó la luna de miel de Letizia Ortiz.
