Sin duda alguna, para Kate Middleton y el príncipe William el 2024 fue un año sumamente difícil debido al diagnóstico de cáncer de la princesa de Gales. Y si bien esta etapa de lucha comienza a quedar atrás, parece que también habría provocado que el heredero al trono británico reviviera un gran temor.
Según un análisis realizado por la psicóloga Lara Ferreiro para Semana, esta situación no solo representaba para el hijo de Carlos III la angustia de enfrentarse a la enfermedad de Kate Middleton, sino también a la posibilidad de perderla. Un pensamiento aterrador que lo conectaba con su doloroso pasado, pues recordemos que el príncipe William perdió a su madre,Lady Di, cuando él tenía 15 años.
“Tuvo que ser muy duro para él imaginarse una vida sin su mujer, sin que sus hijos tuvieran madre, tal y como él vivió a causa de la muerte de Diana. Para el príncipe William, el diagnóstico de cáncer de Kate supuso revivir una herida de la infancia que, probablemente, nunca ha estado del todo cerrada”, explicó esta experta.
Qué otras consecuencias pudo haberle causado el cáncer de Kate Middleton al príncipe William
También, Ferreiro sugiere que “es posible que haya desarrollado un sentido de hiperprotección tras ver a su mujer en peligro”, lo cual habría llevado al primogénito de Carlos III a priorizar la seguridad y el bienestar de Kate Middleton por encima de todo.
Este temor de revivir su infancia sin su madre le produjo un sufrimiento adicional, marcando aún más su papel de protector, pero también colocando una carga emocional que probablemente lo acompañará por siempre. Aunque, a pesar de las dificultades emocionales del príncipe William, su apoyo a su mujer ha sido inquebrantable.
Esta situación ha reforzado el vínculo entre Kate Middleton y el príncipe William, brindándoles la oportunidad de vivir una especie de “segunda luna de miel” después de la tormenta.
Kate Middleton, por su parte, también ha mostrado signos de un nuevo comienzo. Según la psicóloga, la princesa de Gales ha experimentado lo que podría considerarse un “síndrome de la nueva identidad”, una etapa de transformación donde ha dejado atrás su versión más rígida para abrazar una imagen más auténtica, menos preocupada por las expectativas que otros tienen de ella.
Con la recuperación de Kate Middleton (su cáncer está en remisión) y el fortalecimiento de su relación, los príncipes de Gales han demostrado que, a pesar de los desafíos, su amor y compromiso continúan más fuertes que nunca, mostrándose como una pareja renovada y más cercana. La lucha contra el cáncer ha sido una prueba que ambos han superado, y todo parece indicar que están listos para una nueva etapa, más poderosa y libre que nunca.