Es bien sabido que la reina Isabel es amante de los animales y desde que es niña ha sentido inclinación por los perros, especialmente los de la raza corgi, mismos que han formado parte de su vida desde hace varias décadas. Lamentablemente, la soberana acaba de perder a otro de sus perros esta semana. Se trata de Whisper, un cruce de doce años, al que adoptó después de que su dueño falleciese hace dos años. En poco tiempo se hicieron inseparables, tanto que él la seguía por cada habitación del Palacio de Buckingham. eAl parecer, Whisper nfermó hace unas semanas y falleció hace seis días en el Castillo de Windsor por razones desconocidas todavía, aunque el resto de perros de la reina han tenido problemas con el cáncer. Menos mal que todavía le quedan dos dorgis, Candy y Vulcan. La reina está “consternada” por la desaparición de este fiel compañero de 12 años, según informa el Daily Mail. Se trataba del último corgi, la raza de perros pequeños favorita de la reina, que poseía desde la muerte en abril de 2018 de Willow, descendiente de un gran linaje de corgis que ella misma había criado. Los restos de sus entrañables mascotas descansan en un cementerio que hay reservado para ellos en el castillo de Balmoral. Isabel II ha criado a 14 generaciones de corgis, una de las razas más antiguas de Reino Unido, quienes siempre están bien cuidados gracias a que cuentan con un mayordomo 24 horas al día. Consentidos hasta el extremo, comían en cuencos de plata y porcelana y cada uno tenía un menú específico adaptado a sus necesidades. Pero la reina aún cuenta con la compañía y el amor de otros dos perros, Candy y Vulcan, que esperamos le duren muchos años más.