En las raíces de la historia de México hay un pasado monárquico que, aunque breve, dejó una huella imborrable. La familia Götzen-Iturbide Franceschi, descendiente de la primera y única monarquía mexicana, es la portadora de ese legado.
Recordemos que el Primer Imperio Mexicano surgió tras la independencia, cuando en 1822 Agustín de Iturbide fue proclamado emperador de México, junto con su esposa Ana María Huarte. Aunque su reinado fue efímero, marcado por tensiones políticas y el ascenso de Antonio López de Santa Anna, el nombre de Iturbide quedó en la historia como el único emperador nacido en suelo mexicano.
Pese a que Iturbide fue depuesto y posteriormente ejecutado, dejó una descendencia que, a lo largo de las décadas, continuó reclamando su derecho al trono.
Décadas más tarde, Maximiliano de Habsburgo llegó a México en un segundo intento de establecer una monarquía en el país. Maximiliano, sin propios hijos, decidió adoptar a Agustín de Iturbide y Green, nieto del primer emperador mexicano, estableciendo así una conexión entre ambas dinastías, dio a conocer Infobae.
Maximiliano Götzen-Iturbide: el actual “emperador” mexicano
Hoy, el legado de la monarquía mexicana sigue vivo en Maximiliano Götzen-Iturbide, empresario rumano de origen húngaro y mexicano, quien reside en Australia y es descendiente directo de Agustín de Iturbide.
Aunque vive en el extranjero sigue vinculado a México a través de su linaje y su historia. Es hijo de la baronesa Maria Gizela Tunkl von Aschbrunn und Hohenstadt y su segundo esposo, el Conde Gustav von Götzen, una combinación de sangre real mexicana y nobleza europea.
De acuerdo con La Vanguardia, su abuela materna, María Josefa de Iturbide y Mikos, fue la hija mayor del príncipe Salvador de Iturbide, nieto de Agustín de Iturbide, emperador de México, e hijo adoptivo del emperador Maximiliano I.
Maximiliano Götzen-Iturbide está a cargo de la Casa Imperial de México, aunque en diversas ocasiones se ha mantenido firme de no reclamar el trono, según dio a conocer Radio Fórmula.
El empresario de ‘sangre real’ está casado con María Anna de Franceschi, descendiente de la nobleza croata-veneciana y tiene dos hijos: Emmanuela y Fernando Leopoldo, es decir, quienes serían los príncipes de México.
Aunque la constitución mexicana prohíbe la concesión de títulos nobiliarios, la familia Götzen-Iturbide Franceschi sigue siendo considerada en ciertos círculos como la legítima heredera del trono mexicano. Su presencia es un recordatorio de que, aunque el México moderno ha abandonado la monarquía, su historia sigue viva en quienes portan ese linaje.
