Alicia de Hesse fue la segunda hija de la reina Victoria de Inglaterra y, aunque no es la más conocida de sus hijos, sí era considerada como la ‘belleza de la familia” real británica, así como la favorita de su madre. Sin embargo, la corta vida de Alicia estuvo marcada por el dolor y la tragedia, y hoy descubriremos una parte de esa historia.
Para comenzar, debemos saber que su nombre completo era Alicia Matilde María y su título era el de princesa Alicia del Reino Unido. Sin embargo, después de que se casó con el príncipe Luis de Hesse, se convirtió en Alicia de Hesse.
La boda de Alicia de Hesse marcada por el luto
Este fue uno de los momentos más agridulces de Alicia, ya que su padre y esposo de la reina Victoria, el príncipe Alberto, le había mandado a hacer una tiara compuesta de diamantes, con motivos vegetales, hojas de fresa y agujas, en 1861. Esto como regalo de bodas una vez que ella se casara con el príncipe Luis.
Pero poco antes de su enlace, el príncipe Alberto falleció de manera repentina, y la boda se celebró como algo muy íntimo, en un pequeño salón del Palacio de Osborne, en la isla de Wight. Incuso, llegó a ser catalogada como la boda real ‘más triste’, pues para variar, la reina Victoria vistió de luto en el gran día de su hija.
En cuanto al carácter de la hija de la monarca británica, se dice que tenía un espíritu intelectual y se preocupaba por los demás. Visitaba hogares de las familias más necesitadas y ayudó vendando a los heridos en las guerras de Bismarck, en la década de 1860.
De hecho, Alicia tenía una gran amistad con Florence Nightingale —considerada como la precursora de la enfermería moderna— y solía visitar hospitales a diario.
La vida desdichada de Alicia, la hija de la reina Victoria
Su boda realmente sería el inicio de la tragedia, ya que después de casarse, Alicia y su esposo se mudaron a Alemania. Pronto se darían cuenta que no tenían mucho en común, aunque eso no les impidió seguir casados y tener 7 hijos: Victoria, Elizabeth, Irene, Ernest, Friedrich (Federico), Alexandra y Marie.
De ellos, dos murieron de manera trágica. Su hijo Federico tenía hemofilia y le fue detectada en 1872. Un año después, murió accidentalmente, al caer por una ventana y golpearse la cabeza. Mientras que en 1878, su hija Victoria, enfermó de difteria y contagió a casi todos sus hermanos, menos a Elizabeth. Sin embargo, la más pequeña de la familia, Marie, no salió adelante y falleció.
Durante el tiempo que sus hijos estuvieron enfermos, Alicia cuidó de ellos pero, eventualmente, ella también contraería la difteria, lo que provocó que falleciera a los 35 años, un 14 de diciembre de 1878.