Los problemas que la condesa de Wessex ha sufrido en su vida personal la han motivado a involucrarse activamente en diversas organizaciones benéficas
Si bien le tomó tiempo ajustarse a la vida dentro de la familia real británica, cuando se casó hace 16 años con el príncipe Eduardo de Inglaterra, actualmente Sophie Rhys-Jones no solo es madre de dos hijos ?lady Louise Windsor, de 11 años, y el vizconde James Severn, de 7?, sino que es una mujer comprometida con su trabajo en decenas de organizaciones benéficas y supervisa Bagshot Park, el extenso complejo victoriano en Surrey, que comparte con su esposo.
Cuando se casó, Sophie recibió el título de condesa de Wessex. En el 2002, renunció a su carrera como relacionista pública para dedicarse al Queen Elizabeth Diamond Jubilee Trust, para los preparativos del jubileo de su suegra, la reina Isabel II. Y todo lo hace de una manera discreta, exenta de aspavientos, motivo por el que se ha ganado el respeto de la reina Isabel II. Por otra parte, sus suegros disfrutan mucho más de sus hijos que de sus otros nietos, ya que ahora viajan menos y pasan más tiempo en Windsor.
Si bien Sophie de Wessex está involucrada en 79 organizaciones de carácter benéfico, por lo general trata de hacerlo con instituciones con las que encuentra un vínculo personal, como las del cuidado neonatal y diferentes hospitales y transportes de emergencia, ya que con su primogénita sufrió un parto difícil que casi le provoca la muerte, y hubo una confusión con la ambulancia, que demoró su traslado a la sala de urgencias.
Otra motivación para su misión fue el estrabismo tan fuerte de su hija Louise. Por eso, Sophie participa activamente en la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera. Fue como embajadora internacional de esa organización y como promotora de Visión 2020: Derecho a la Vista y Orbis UK, que Sophie viajó recientemente a Doha, en Catar. En esta ciudad buscaba apoyo para erradicar la ceguera en los próximos cinco años: actualmente hay 39 millones de personas alrededor del mundo que sufren de ceguera a pesar de que un 80 por ciento podría ser tratado. Como es imprescindible obtener los fondos necesarios, la condesa se dirigió al grupo presente en Catar para pedirles ayuda y les habló con franqueza, de manera conmovedora, sobre el estrabismo de su hija, quien sufrió de ese problema a consecuencia de haber nacido prematura; a los tres meses le diagnosticaron estrabismo.
Lady Louise fue sometida a una primera operación que no dio los resultados deseados; pero después de la segunda, en el 2013, la onceava en la línea de sucesión al trono británico lleva una vida normal, sin problemas de la vista. Quizás por ello la condesa concluyó diciendo: ?Hay pocas cosas más gratificantes en el mundo que ver a alguien emerger de las tinieblas y recuperar la luz?.
Sophie de Wessex comunica una convicción similar en su compromiso con Brainwave, una organización que ayuda a las instituciones dedicadas a brindar apoyo a los niños con problemas cerebrales, que incluye entre otros grupos a Disability Initiative, Dyslexia Action, Mencap y la National Autistic Society. Por ese motivo durante los días que estuvo en Catar visitó la institución Mada, en Doha, donde conoció a niños y jóvenes con problemas cerebrales. Ahora Sophie de Wessex se prepara para participar activamente cuando su suegro celebre el 60 aniversario del premio que lleva su nombre.