Lo que parecía una relación familiar perfecta cuando el príncipe William y Kate Middleton eran novios, poco a poco se ha convertido en un problema real y las tensiones han comenzado...
Es bien sabido que Carole Middleton siempre ha sido una mujer fuerte, muy decidida, que ha sabido ?trazar? y organizar bien las vidas de sus hijas. Y hasta se cree que sabiendo que el príncipe William estudiaría en la Universidad de St. Andrews, en Escocia, ni corta ni perezosa logró que Kate fuera aceptada en la prestigiosa universidad y escogiera una maestría de Historia del Arte, la misma que había elegido el príncipe.
Después de que los Middleton acogieron a William como a un hijo, y este se sentía más a gusto en casa de ellos que en ningún otro sitio, vino la boda, el comienzo de un matrimonio por amor y el aprecio que la reina Isabel siempre ha mostrado hacia la familia política de su nieto. Pero la llegada de los hijos de la pareja?los pequeños George y Carlota? ha cambiado por completo la relación con la abuela Carole y las tensiones familiares han comenzado...
Cuando nació George, Kate se mudó a la casa de sus padres durante unas semanas. ¿Recuerdan que fue el abuelo Michael Middleton quien le tomó las primeras fotos al niño? Se decía que las renovaciones en la casa de William y Kate en el palacio de Kensington todavía no estaban listas, y que por eso se habían instalado en casa de los Middleton. Allí, desde el primer día, Carole prácticamente se hizo cargo de organizar la crianza más relajada y normal del niño. Aquello no pareció molestar a nadie y fue visto con simpatía, pero un buen día, el príncipe Carlos se quejó ¡en público! de que apenas veía a su nieto, pues los Middleton lo tenían ?monopolizado? y lo mantenían alejado de él. Después salieron a la luz otras quejas de miembros de la familia real de que los Middleton pasaban gran parte del tiempo con William y Kate en sus palacios y en sus viajes, y en eventos a los que no se invitaban a los primos y otros familiares de William. El propio bautizo de George fue uno de ellos, cuando los Middleton en pleno (incluyendo a Pippa y a su hermano James) se mudaron a Anmer Hall ¡donde dieron un almuerzo al que no invitaron a los primos royals!
No hay duda de que Carole siempre ha tenido una influencia muy grande sobre Kate ¡mucho más que sobre Pippa!) y al nacer Carlota se mudó temporalmente a Anmer Hall para supervisarlo todo, organizar horarios y dar instrucciones a los empleados, y de cierta forma, anular la autoridad de Kate. En esa ocasión dicen que Kate se sintió muy mal y no supo cómo decirle a su madre que no era necesario que hiciera eso. Al parecer, después de que con George hiciera lo mismo, ?fue la gota que colmó el vaso?, hasta el punto de que Carole tuvo una fuerte discusión con Michael, su discreto marido, quien le pidió que regresara a su casa ?y dejara a los chicos tranquilos?. Pero pasaron dos semanas más antes de que la suegra lo hiciera.
Desde que nacieron sus nietos, Carole se ha ocupado muy poco de su empresa Party Pieces, y la ha dejado en manos de su hijo James y de su marido, pues ?vive obsesionada con los niños?. Y una persona allegada al matrimonio cuenta que William y Kate no han querido herir a Carole ?a quien ambos respetan mucho? y han tratado todo esto con mucha diplomacia, pues tener una niñera, una nurse nocturna, un ama de llaves, tres doncellas, un cocinero, un chófer y varios agentes de seguridad son suficientes para que la abuela no tenga que intervenir tan a menudo en la crianza de los niños. Entonces fue que Michael Middleton dio órdenes tajantes a su mujer de regresar a su casa ?sin perder un minuto más? y de que comenzara a visitar a sus nietos con menos frecuencia, para evitar problemas mayores con los royals y los portavoces del palacio de Buckingham. ¿Qué hizo Carole? Dicen que actuó con frialdad y dejó de hablarle a Kate durante varios días seguidos, lo que entristeció mucho a su hija. Algunos allegados a la pareja aseguran que este segundo posparto le ha resultado más difícil a Kate por los problemas con su madre, quien aunque la ha ayudado mucho, quiere estar involucrada con los niños todo el tiempo y agobia a los demás con sus consejos y críticas. Los ingleses esperan que todo se resuelva, porque quieren que William y Kate vivan en armonía con todos en la familia.