Antes de convertirse en la reina consorte de España, Letizia Ortiz Rocasolano tenía una vida completamente alejada de los protocolos reales. Su historia es la de una mujer apasionada por la comunicación y el conocimiento, que se forjó un camino propio en el periodismo antes de conocer al entonces príncipe Felipe. Desde su infancia hasta su éxito en los medios de comunicación, el recorrido de Letizia es digno de admiración.
Letizia Ortiz nació el 15 de septiembre de 1972 en Oviedo, Asturias, en el seno de una familia de clase media. Hija de Jesús Ortiz, periodista, y María Paloma Rocasolano, enfermera, creció rodeada de libros y con una educación enfocada en el esfuerzo y la excelencia. Desde pequeña mostró interés por el arte, en especial la danza clásica. Durante varios años tomó clases de ballet, aunque con el tiempo se inclinó por otros intereses, sin perder su amor por la cultura.
El éxito de la reina Letizia en el periodismo
Después de terminar la secundaria, Letizia se trasladó a Madrid para estudiar la licenciatura en Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid. Su talento la llevó a obtener una beca para realizar una maestría en periodismo audiovisual en la Universidad de Guadalajara. Durante su estancia en el país, trabajó en el diario Siglo XXI, demostrando su capacidad para desenvolverse en medios internacionales.
De regreso en España, su carrera despegó. Letizia trabajó en medios reconocidos como EFE, Bloomberg y CNN+, hasta llegar a Televisión Española (TVE), donde se convirtió en una de las periodistas más destacadas de su generación. Cubrió eventos de gran relevancia, como los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y la guerra en Irak, consolidándose como una reportera con gran temple y profesionalismo.
En 2003, Letizia recibió el prestigioso Premio Mariano José de Larra, otorgado por la Asociación de la Prensa de Madrid, en reconocimiento a su destacada labor como periodista menor de 30 años.
Letizia en el mundo de la realeza
La vida de Letizia Ortiz cambió para siempre cuando conoció al príncipe Felipe de Borbón. Su relación se mantuvo en secreto hasta el 1 de noviembre de 2003, cuando la Casa Real anunció su compromiso. El país entero se sorprendió al descubrir que el heredero al trono se casaría con una periodista, divorciada y de origen no aristocrático, lo que marcó un antes y un después en la monarquía española.
El 22 de mayo de 2004, Letizia Ortiz se convirtió en princesa de Asturias y, una década después, en reina consorte de España tras la abdicación del rey Juan Carlos I. Desde entonces, ha demostrado ser una monarca moderna, comprometida con causas sociales y fiel a su esencia.
Su historia es prueba de que la realeza y la vida común pueden entrelazarse, y que, incluso antes de portar una corona, Letizia ya brillaba con luz propia.
