Dada su posición dentro de la Casa Real Británica, Kate Middleton ha sido una figura central de los Windsor desde su matrimonio con el príncipe William. Por ello es que todos los aspectos de su vida generan una gran atención mediática, incluyendo la religión que profesa. Sobre todo porque ello desempeñará un papel crucial en su futuro rol de reina consorte de Inglaterra.
¿Cuál es la religión de Kate Middleton?
Desde su nacimiento, Kate fue criada en el seno de una familia cristiana. Y aunque no fue bautizada durante su infancia, antes de su boda con el príncipe William, en 2011, decidió ser confirmada en la Iglesia de Inglaterra.
Este acto, aunque no era un requisito obligatorio para que la pareja contrayera matrimonio, sí da cuenta del compromiso y respeto que tiene la princesa hacia la fe anglicana, que es la religión oficial del Reino Unido.
La transformación espiritual de Kate Middleton tras su batalla contra el cáncer
Mientras que en tiempos más recientes, la princesa de Gales habría tenido una profunda transformación espiritual a raíz de su batalla contra el cáncer. Según el libro Charles III: New King. New Court. The Inside Story, del biógrafo real Robert Hardman, Kate se ha mostrado “más interesada” en cuestiones de fe desde su diagnóstico.
En tanto que como futura reina consorte, el compromiso de Kate con la fe anglicana es esencial, ya que la monarquía británica está intrínsecamente ligada a la Iglesia de Inglaterra. De hecho, el monarca ostenta el título de “Defensor de la Fe” y es el Gobernador Supremo de la Iglesia.
Por lo que la dedicación de Middleton a su fe no solo refuerza su papel dentro de la Familia Real, sino que también la prepara para asumir responsabilidades religiosas y ceremoniales que acompañan a su posición de futura reina consorte.
Además, su renovado interés en la espiritualidad podría influir en la manera en que aborda sus deberes reales, promoviendo valores cristianos y participando activamente en eventos religiosos. Este compromiso puede fortalecer más la relación entre la monarquía y la Iglesia de Inglaterra, mostrando una imagen de unidad y devoción.
A pesar del acercamiento de Kate a la fe, también ha trascendido que su marido, el príncipe William, mantiene una postura más pragmática respecto a la religión. Aunque el heredero al trono británico apoya a su mujer en sus prácticas religiosas y cumple con sus obligaciones constitucionales, no muestra la misma inclinación personal hacia la espiritualidad.