La salud de Kate Middleton se ha convertido en tema de debate en lo que va del año ya que desde que se sometió a una cirugía abdominal, en enero, hasta su diagnóstico de cáncer ha generado mucha preocupación y polémica; sin embargo, no es la primera vez que se ha enfrentado a problemas de salud.
Si bien es cierto que el cáncer es el peor padecimiento al que se ha enfrentado –y del cual esperamos que se recupere pronto- durante sus tres embarazos la princesa de Gales tuvo una extraña enfermedad conocida como hiperémesis gravídica, lo que la llevó al hospital en varias ocasiones.
¿Qué es la hiperémesis gravídica?
Esta enfermedad consiste en una forma extrema de náuseas y vómitos que suele ocurrir en el embarazo. Si bien es común tener náuseas matutinas en los primeros meses de la gestación, en el caso de la hiperémesis, puede conducir a la deshidratación o pérdida de peso debido al exceso de vómitos que se presenta en estos casos.
Aunque se desconoce la causa exacta de esta afección, se cree que puede ser ocasionada por una elevación rápida de los niveles sanguíneos de una hormona llamada gonadotropina coriónica humana (GCH), la cual es liberada por la placenta, según el sitio MedlinePlus.
Mientras que este trastorno que afecta a uno de cada 200 embarazos también puede provocar la orina oscura, piel seca, debilidad, mareos o desmayos, estreñimiento y hasta la incapacidad para ingerir cantidades adecuadas de líquidos o alimentos, de acuerdo con lo se recoge del mencionado portal.
Por otro lado, los expertos indican que la hiperémesis no representa ningún daño al bebé siempre y cuando se trate de manera adecuada. Incluso, la BBC recoge del doctor Tim Draycott, especialista en obstetricia y portavoz del Colegio Real de Obstetras y Ginecólogos, que con tratamiento el trastorno es bastante benigno, “aunque es horrible experimentarlo”, dice.
Kate Middleton llegó a estar en el hospital por la hiperémesis gravídica
Ahora que ya sabemos toda la sintomatología que puede provocar esta enfermedad, comprendemos mejor por qué la esposa del príncipe William llegó a ser hospitalizada.
De hecho, cuando estaba embarazada de su primer hijo, el príncipe George, tuvo que acudir hospital King Edward II por estas excesivas náuseas, las cuales se volvieron a presentar cuando se embarazó de sus otros dos hijos, la princesa Charlotte y el príncipe Louis.
Además, ella misma llegó a confesarle a la escritora Giovanna Fletcher, en el podcast ‘Happy mun, happy baby ' que la había pasado tan mal en estas etapas de gestación que parir le fue menos complicado. “Como los embarazos fueron tan malos, me gustaron más los partos porque sabía que eso iba a terminar”, recalcó.