El mundo de la realeza británica está lleno de figuras que acaparan titulares y protagonizan portadas, pero también de miembros discretos y casi anónimos que despiertan curiosidad por su estilo de vida reservado. Uno de ellos es James de Wessex, el nieto más joven de la reina Isabel II, quien hace casi un año captó todas las miradas durante la tradicional misa de Pascua en Windsor.
En ese acto, James sorprendió por su imponente porte, su carácter sereno y una inesperada madurez. Además, para la ocasión vistió un traje azul marino, mientras su actitud sonriente y juvenil tampoco pasaron desapercibidos al entrar a la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, junto a sus padres.
Eso sin contar su estatura, que ya supera a la de varios miembros de su familia, combinada con un estilo clásico y elegante, lo que convirtió en uno de los protagonistas de aquel evento, eclipsando incluso a otros royals más mediáticos. Pero, ¿qué ha sido de su vida desde entonces? Aquí te lo contamos.
¿A qué se dedica James de Wessex actualmente?
James Alexander Philip Theo Mountbatten-Windsor, conocido oficialmente como el conde de Wessex, es el hijo menor del príncipe Eduardo y la duquesa Sofía de Edimburgo. A diferencia de otros royals, James ha crecido lejos del constante escrutinio mediático gracias a la decisión de sus padres de mantener a sus hijos alejados del foco público.
Actualmente, el joven divide su tiempo entre el colegio y actividades al aire libre, una pasión que comparte con su padre, quien fue el que le heredó el título de conde de Wessex en 2023. Además, James es un amante de los deportes acuáticos, especialmente el remo, y disfruta de paseos en la campiña británica.
Como hijo menor de los actuales duques de Edimburgo, James es también uno de los nietos menos conocidos de la difunta Isabel II y ocupa el puesto 15 dentro de la línea de sucesión al trono británico.
Sin embargo, a sus apenas 17 años, James tiene aún un largo camino por recorrer antes de decidir si tomará un rol más activo dentro de la realeza. Por ahora, sigue centrado en sus estudios y en disfrutar de su juventud lejos del protagonismo.
Aunque si hubo algo que quedó claro en la misa de Pascua de 2024, es que James de Wessex tiene un carisma natural que, combinado con su discreción y porte, podría convertirlo en uno de los miembros más interesantes de la Familia Real Británica en los próximos años.
Pero mientras tanto, el joven conde continúa siendo un reflejo de la nueva generación real: equilibrada, sencilla y conectada con las tradiciones sin renunciar a la modernidad.
