Cuando la legendaria reina Victoria de Inglaterra murió en 1901, a los 81 años de edad, y tras gobernar durante 63 largos años, su hijo y heredero al trono Eduardo, príncipe de Gales, ya tenía 59 y era ‘demasiado viejo’ para ocupar su lugar. Al convertirse en rey de Reino Unido e Irlanda, y emperador de India, Eduardo VII sólo pudo reinar nueve años (de 1901 hasta su repentina muerte en 1910), una espera que para su infortunio, terminó mucho antes de lo esperado. No obstante, Carlos, el actual príncipe de Gales, con sus recién estrenados 70 años este 14 de noviembre, supera en mucho a su antepasado, y todo indica que continuará a la expectativa, y es que su muy saludable madre, Isabel II, ha heredado los excelentes genes de la reina madre Isabel, quien murió a los 101 años. Hoy, con 92 años, la monarca goza de excelente salud. Impaciente por tener más representación en la Corona británica, en los últimos años Carlos ha cobrado protagonismo en actos y viajes de buena voluntad a países que comparten lazos con Reino Unido y que conforman la Mancomunidad de Naciones. Sin embargo, no tiene poder ni autoridad, pues no le consultan asuntos oficiales ni le entregan las famosas cajas rojas de cuero (¡las he visto y están viejas y gastadas!) con los documentos que a diario revisa su madre junto a su secretario, en el palacio de Buckingham. Así, se ha convertido en el eterno heredero y no en rey, tarea para la que fue entrenado desde pequeño.
Una gran día para aligerar su aflicción
Con el propósito de recompensar a su primogénito, la monarca decidió festejarlo por todo lo alto en el Palacio de Buckingham, en presencia de los integrantes de las familias reales más importantes del mundo, quienes prepararon sus atuendos elegantes, tiaras y condecoraciones; así como de poderosos políticos, celebridades y famosos filántropos, unidos para homenajear al futuro rey. Todo, enmarcado con el boato y la extraordinaria pompa real, como sólo existe en Reino Unido. Sin duda, una muestra emotiva de parte de la soberana y un tributo al amor y respeto que siente por su hijo. El año pasado visité por primera vez los salones de estado del Palacio y sus preciosos jardines, y les aseguro que es una experiencia impactante. ¡Y por ello puedo imaginarme la grandeza de su fiesta de cumpleaños! El 70 aniversario del príncipe de Gales será inolvidable; de hecho, Carlos y su esposa Camilla lo llevan celebrando desde el verano pasado con una serie de pequeñas reuniones y viajes a las que se han unido otros royals . ¿Recuerdan a Meghan, duquesa de Sussex, vestida de rosa pálido junto a ellos en el tradicional desfile Trooping of Colour? Por si fuera poco, un equipo de la BBC Television ha seguido de cerca al príncipe de Gales para filmar un documental muy íntimo. También se ha llevado a cabo el concierto We Are Most Amused And Amazed, con la presencia de estrellas como Kylie Minogue y Rowan Atkinson. ¿Otras sorpresas? Una exposición con objetos personales y obras de arte del royal. https://www.instagram.com/p/BqKBVl2HlXJ/
Un futuro rey con poca popularidad
La emblemática fecha ha traído a colación una pregunta que lleva años circulando en Reino Unido: ¿es el rey que se espera? Miles de británicos que adoran la monarquía (tan atractiva para el turismo y que genera millones para el Estado) expresan dudas al respecto y es que opinan que cuando ello ocurra ¡estará muy cansado! El mensaje es claro: no quieren que se repita la historia, como cuando el príncipe Eduardo VII subió al trono en 1901. Sí, era muy querido, pero estaba agotado de no hacer nada más que divertirse y tener amores. Durante nueve años fue un rey afable y hasta cierto punto le devolvió a la corona el lustre que su madre opacó, asimismo, estableció buenas relaciones con el resto de Europa gracias a su carácter alegre y populista, pero Carlos no es nada parecido a él. Para políticos de distintos partidos, es vital que el reino se mantenga estable después de los múltiples escándalos ocurridos al interior de la familia real, ¡incluido el triángulo amoroso entre Carlos, la princesa Diana y Camilla Parker-Bowles! Y es que nuevos acontecimientos como la boda del príncipe William y Kate, y el establecimiento de su feliz familia, la cual dio fruto con el pequeño George, futuro heredero a la corona, ha restaurado la simpatía y la confianza en la casa real, y hoy es más apreciada que nunca. Sin embargo, cuando fallezca la reina Isabel II (pues nadie espera que abdique) sería un anticlímax el inicio de la era del ‘tedioso’ Carlos junto a la antes odiada Camilla, que aunque goza de aceptación, simbolizaría ‘el triunfo de la amante’. En el fondo, lo que la gente quisiera es un cambio de 180 grados y asistir a la coronación de quien sería rey William V, el queridísimo hijo de Carlos y Lady Di, y así tener un rey joven y moderno, con una historia limpia y feliz, y de acuerdo con los tiempos que vivimos. ¿Se imaginan? De hecho, hay fuertes rumores del deseo de Isabel II de ‘saltarse’ a su hijo como rey, pero el príncipe William le ha expresado su total desacuerdo en modificar la ley de sucesión del acta de unión, de 1800, para heredar el trono. El joven cree que su padre es quien debe gobernar y, tanto las presiones de su vida como royal y el cuidado que implica su esposa e hijos, son suficientes para él en estos momentos. ¡Esto a pesar de que en Facebook y Twitter hay comunidades de miles de fans que abogan para que William y Kate sean los próximos reyes! Lo cierto es que Carlos, quien se dice elegirá el nombre de George VII, tiene todo preparado para ascender al trono.