Soraya Esfandiary Bakhtiari estuvo casada con Mohammad Reza Pahlavi, el sha de Irán, de 1951 a 1958, pero su relació fue un suceso que marcó para siempre su vida.
Fue un 12 de febrero de 1951 cuando ambos contrajeron matrimonio en el Palacio de Golestán de Teherán. Pero en 1958, siete años después, la pareja se divorció por la imposibilidad para concebir hijos y Soraya fue llamada “la princesa de los ojos tristes”.
¿Pero cómo fue que empezó su relación? Según se sabe, Soraya cautivó al Sha de Iráncon sólo verla en una fotografía, sin conocerla personalmente. Su belleza, heredada por la mezcla de genes de su padre iraní y su madre alemana, junto con sus inigualables ojos verdes, hicieron que cayera rendido a sus pies y le propusiera matrimonio regalándole un anillo de diamante de 22,37 quilates.
Soraya, la ‘princesa de los ojos tristes’
La boda fue de ensueño y el vestido de novia que usó era de Dior, pesaba 30 kilos, estaba bordado con miles de diamantes y adornado con veinte mil plumas blancas, aunque se cortaron ocho de los veinte metros que medía la cola de seda blanca para poder mantenerse de pie.
Se dice que días antes de la ceremonia, Soraya enfermó de fiebres tifoideas, por lo que su prometido, el Sha, le llevaba diariamente una joya nueva para lidiar con la soledad al tener que permanecer en cama.
Los primeros años de la pareja fueron muy felices y llenos de romanticismo. Pero todo cambió cuando en 1954 el doctor le dijo que tendría muchos problemas para tener hijos, lo que se convirtió en una carga muy pesada, pues en ese momento la presión para que el Sha concebiera a un heredero, fue inminente.
Esto acabó con su matrimonio y años después anunciaron su divorcio, lo que le valió el apelativo de la ‘princesa de los ojos tristes’ y provocando que abandonara Irán y asentarse en Suiza. Aunque, gracias a su ex marido, pudo quedarse con el título de Alteza Imperial y una indemnización de 10 millones de euros.
La tragedia la persiguió a lo largo de su vida
Después de su divorcio, Soraya se convirtió en toda una socialité que iba y venía por toda Europa, asistiendo a fiestas y bares y sosteniendo una vida de lujos, dándole un lugar en la élite del viejo continente. También, logró ser actriz y apareció en algunas películas.
Pero con el estallido de la revolución iraní en los ochenta, vendió parte de sus joyas, ya que el régimen del Sha había caído en 1978 antes de declararse la república Islámica.
Aunque se le relacionó con varios millonarios, uno de los pocos amores de Soraya fue el director de cine italiano Franco Indovina, quien por desgracia murió en un accidente de avión en mayo de 1972.
Después, decidió mudarse a París en donde pasó triste y desolada hasta su fallecimiento, el 25 de octubre de 2001. Cuando la encontraron en su apartamento, dejó también un libro con sus memorias, ‘El palacio de las soledades’, en donde afirmó que le entregó su corazón a su único esposo y que los informes médicos habían sido manipulados para que pareciera que era infértil.
