Este viernes se realizó la cuarta jornada de la gira oficial que están haciendo el príncipe Harry y Meghan Markle por Oceanía, la cual los llevó a uno de los rincones más turísticos del continente: la paradisíaca playa de Bondi. Allí intentaron eliminar algunos de los prejuicios y tabúes acerca de las enfermedades mentales al reunirse con la asociación One Wave, formada por surferos que luchan contra este estigma social de una forma divertida; la sesión a la que asistieron se llamó “Fluro friday” (Viernes fluorescente)”, en la que se conversa de asuntos personales. Para la ocasión, Meghan lució un maxivestido boho chic a rayas y falda plisada de la firma australiana Martin Grant, y cuya venta ya se encuentra agotada. Como calzado llevó unas alpargatas de cuña negras de la marca española Castañer, las cuales ya han lucido anteriormente Kate Middleton y la reina Letizia. Y los accesorios que escogió para su mañana playera son de Adina Reyter.
SEGURO TE INTERESA: Meghan Markle luce su pancita de embarazada por primera vez Harry también vistió casual con una camisa azul básica, pantalones beige y también zapatos tipo alpargata. Para un estilo más ad hoc, no dudaron en colocarse un típico collar de estilo hawaiano mientras se mimetizaban con los miembros del grupo, que acudían vestidos de forma divertida y cómoda.
Y fue en ese evento donde Meghan protagonizó unas lindas imágenes en las que aparece tocando con ternura su incipiente vientre de embarazada. Se ha dicho que la duquesa está en el tercer mes de embarazo.
Más adelante, con un look un poco más pulido, pero relajado a la vez, con un maquillaje sencillo con tonos nude, un simple delineador de ojos y rímel, los duques asistieron a su segundo compromiso del día, visitaron la escuela Macarthur Girls High School, donde Markle sorprendió hablando acerca de su pasado estudiantil, y reveló que fue a un colegio femenino en el que fue educada en unos valores éticos que la hicieron la mujer que es hoy. Además, la exprotagonista de Suits no dudó en hablar acerca de su primer trabajo, que consistió, básicamente, en sacar la basura. Así alentó a los jóvenes a seguir creciendo profesionalmente. Para este encuentro eligió un vestido sin mangas con un corte por debajo de la rodilla. Muy en su línea, apostó por el azul marino, color que la ha acompañado en multitud de ocasiones, ya que siente predilección por la gama cromática más oscura. El outfit era de la marca Roksanda. Completó con tacones nude, y estrenó peinado al llevar un medio recogido con volumen en la coronilla.
Allí, los duques presenciaron un espectáculo de danza en su honor, el cual disfrutaron animadamente y, como es costumbre, se dedicaron más de una mirada furtiva de recién casados.
La última parada de su jornada fue el puente del puerto en Sídney, donde Harry se animó a escalar la estructura de hierro para izar la bandera de los Juegos Olímpicos Invictus. Olimpiada de la que él es representante y donde el año pasado hizo oficial su relación con Markle.
