El príncipe Alexander de Suecia, de apenas dos años, nos ha derretido en el estreno de su agenda oficial. A su corta edad, el primogénito de los príncipes Carlos Felipe y Sofía, duques de Värmland, ya demuestra que tiene madera para cumplir con compromisos reales. El nieto del rey Carlos Gustavo de Suecia cumplió con su primer acto real al inaugurar el mirador Príncipe Alexander, enclavado en un paraje en el que se pueden observar más de 250 especies de ave diferentes. Una ruta que se encuentra en el lago Gise, en la reserva natural de Nynäs, provincia de Södermanland, una de las 21 provincias suecas que también da nombre al ducado que su abuelo regaló al príncipe Alexander cuando fue bautizado el día 9 de septiembre de 2016 en la capilla del palacio de Drottningholm. Al acto oficial llegó en un coche de caballos, acompañado por sus padres, vestido con una camisa de rayas azules y blancas, chaqueta blanca a juego, y unos pantalones color caqui con zapatos deportivos marrones. Una vez que llegó a Södermanland, el pequeño se ganó a todos los asistentes con su espontaneidad y buen carácter, aunque ya fuimos testigos de su simpatía y saber estar cuando se celebró el bautizo de su hermano el príncipe Gabriel, acaparando todas las miradas. Uno de los momentos más simpáticos de la ceremonia fue la inauguración. Debido a poca edad no cortó ninguna cinta, pero sí tuvo que deshacer el nudo de una cinta de color verde que se encontraba lista para él que el pequeño pudo realizar sin problema. Con este hecho, nos queda claro que el hijo mayor de los duques de Värmland está capacitado, oficialmente, para continuar con su temprana agenda real. Para ser su primer acto, lo ha de maravilla y ya se ha robado miles de corazones.