La salud del rey Carlos III ha generado una creciente preocupación en el Reino Unido y en todo el mundo luego de que salieran a la luz nuevos detalles sobre su diagnóstico de cáncer, los cuales sugieren que su salud no ha mejorado significativamente.
Recordemos que hace un año, el monarca fue diagnosticado con esta enfermedad tras realizársele una operación programada, por lo que desde entonces ha estado sometido a un tratamiento continuo. Sin embargo, nuevos informes sugieren que el cáncer de Carlos es muy “agresivo”.
¿Cómo está la salud de Carlos III?
El programa español Fiesta, de Telecinco, dio nueva información sobre el estado de Carlos y de su intención por seguir cumpliendo con sus compromisos y deberes reales a pesar de su diagnóstico. “´Él lo ha dicho clarísimo, que va a estar al servicio de la monarquía hasta el último día de su vida”, indicó la periodista Emma García en el programa.
Sin embargo, en la misma emisión televisiva García contó que aunque el rey desea llevar una vida normal y cumplir con sus responsabilidades, su salud no sería la mejor ya que “su cáncer no ha remitido y va a seguir con el tratamiento”. Además que reveló que se trata de un tipo de cáncer “muy agresivo”.
No obstante, hasta el momento, el Palacio de Buckingham no se ha pronunciado sobre estas declaraciones y tampoco ha dado más detalles del tipo de cáncer que tiene. Por lo que es imposible saber con certeza en qué estado se encuentra el cáncer.
Aunque a pesar de estas preocupaciones, Carlos III ha intentado seguir con su agenda de la manera más normal posible. De hecho, en octubre del año pasado emprendió una gira por Australia acompañado de la reina Camila. Un viaje que, si bien generó preocupación por su condición, pudo cumplir sin inconvenientes.
Por otro lado, su nuera, Kate Middleton, también ha enfrentado desafíos de salud relacionados con el cáncer. Sin embargo, en el caso de la princesa de Gales, se ha mostrado una notable mejoría ya que su cáncer está en remisión. Si bien todavía no recibe el alta médica, poco a poco reanuda su agenda y compromisos, lo que indica una recuperación progresiva.
Mientras que la situación actual del rey británico plantea interrogantes sobre el futuro de la monarquía. Su estado de salud y la duración del tratamiento podrían influir en sus funciones y en la percepción pública de la institución. Por lo que seguramente la Familia Real y sus asesores deberán considerar cuidadosamente los próximos pasos para garantizar la estabilidad y continuidad de la Corona.