El estado de salud del rey emérito Juan Carlos I, de 87 años, vuelve a estar en el centro de la atención luego de que saliera a la luz que estaría lidiando con otro problema de salud, además de los que ya tiene derivados de su avanzada edad.
Según lo que reveló el portal El Cronista, a partir de supuestas fuentes cercanas, sus tres hijos, el rey Felipe VI y las infantas Elena y Cristina, se reunieron en el Palacio de la Zarzuela para abordar el delicado futuro del exmonarca y la reina Sofía debido a sus problemas de salud.
¿Qué nueva enfermedad enfrenta el rey Juan Carlos?
Mientras que En Blau de El Nacional señala que los médicos le habrían informado al emérito que tendría que usar silla de ruedas de manera permanente debido a sus problemas de movilidad. Un diagnóstico que habría desencadenado una profunda crisis emocional en Juan Carlos, al grado de provocarle un cuadro depresivo.
Este panorama se suma a las secuelas de múltiples intervenciones quirúrgicas en caderas y rodillas, que con el tiempo terminaron por limitar drásticamente su autonomía. Aunque en el pasado recurrió a tratamientos regenerativos avanzados como las células madre y las plaquetas, estos parece ser que ya no le ofrecen resultados significativos, dejando al emérito ante un escenario inevitable de cuidados paliativos.
¿El rey Juan Carlos podría regresar a España?
Este diagnóstico, por su parte, abriría la posibilidad de que Juan Carlos I pase sus últimos días en alguna residencia en España o en un país cercano como Portugal o Suiza, lo que facilitaría la cercanía familiar y el acceso a cuidados especializados. Pues recordemos que reside en Abu Dabi desde el año 2020.
Por otro lado, el portal El Cronista menciona que si bien no se contempla que viva dentro del Palacio de la Zarzuela, sí se le han realizado algunas modificaciones para que pueda estar mucho más cómodo durante sus futuras visitas a esta residencia real.
Además, el citado medio plantea que el emérito podría vivir en alguna residencia cercana a la Zarzuela o incluso en Galicia, para que sus hijos puedan estar más cerca de él y al pendiente de su salud. Mientras tanto, el rey Felipe VI se enfrenta al desafío de equilibrar la imagen de la monarquía con el bienestar de su padre, un dilema que podría marcar los próximos meses en la vida de la corona española.