La vida de Carolina de Mónaco siempre ha estado en el ojo mediático, y a pesar de ser una de las mujeres más glamurosas de la realeza, hubo una época en la que realmente la pasó muy mal cuando se descubrió su relación con Ernesto de Hannover, lo que le provocó una alopecia areata.
Aunque no lo creas, esta historia de amor dejó grandes consecuencias a nível físico y anímico, ya que además de quedarse calva, sufrió de una extrema delgadez. ¿Pero por qué esta situación la habría llevado hasta ese punto? Hoy te lo contamos a detalle.
Carolina de Mónaco sufrió alopecia por estrés
A principios de los años noventa, la royal monegasca sufrió la pérdida de su esposo Stefano Casiraghi en un fatal accidente, por lo que se quedó viuda y con tres hijos, y decidió alejarse del principado para sanar y rehacer su vida junto a sus retoños.
Así pues, la hija de Grace Kelly y Rainiero se fue a la provenza francesa para recuperarse de la muerte del amor de su vida. Fue entonces que uno de las personas que la acompañó en ese tiempo fue el príncipe Ernesto de Hannover, a quien conocía desde hace mucho.
En aquella época, él estaba casado con una de las mejores amigas de Carolina, Chantal Hochuli, con quien tuvo dos hijos, y por otro lado a la royal se le había relacionado con otros novios, aunque nunca trascendieron.
Sin embargo, en algún momento Carolina y Ernesto comenzaron a salir, algo que sucedió cuando él todavía tenía esposa. Mientras que su romance se destapó en diciembre de 1995 gracias a una revista alemana, lo que generó un gran interés y acecho mediático.
Pero después, la revista italiana‘OGGI’ capturó a Carolina completamente calva en 1996, lo que comenzó a preocupar a los seguidores de la glamurosa princesa, ya que las fotografías sin su melena, además, reflejaban que no la estaba pasando bien.
Incluso, se llegó a especular que estuviera enferma de algo grave. Pero los reportes apuntan a que una de las razones de su alopecia tendría que ver con el gran estrés que le generó el que se hiciera público su affaire con Ernesto.
En este sentido, Elena Dapra explicaba a Lecturas que una situación muy estresante puede ser una causa que detone este padecimiento.
“Cualquier sintomatología que tenga que ver con ansiedad o con estrés pueden provocar esa alopecia como efecto secundario. Niveles altos de estrés van a tener repercusión en lo físico y la alopecia podría estar al menos influenciada por niveles muy altos de estrés” recalcó.
Afortunadamente, logró recuperarse con el tiempo y tener de nuevo esa imagen glamurosa que la ha caracterizado toda la vida. Aunque la presión y el estrés que vivió en ese momento le pasaron una serie factura que parece haber superado, con todo y que siga siendo la esposa de Ernesto de Hannover, pese a ya no vivir juntos.