A mediados de enero, todas las miradas estaban puestas en la proclamación del rey Federico, quien asumía el trono de Dinamarca. Luego a los pocos días, la Casa Real Danesa lanzó un inesperado libro en donde se recogen varios de los pensamientos del nuevo monarca, y uno de ellos tendría que ver con su padre, Enrique de Dinamarca, quien fue un personaje que siempre dio de qué hablar.
Por si no lo recuerdas muy bien, este fallecido príncipe siempre estuvo envuelto en varias polémicas, pues en más de una ocasión llegó a criticar a su propia familia ya que se sentía relegado tanto por su esposa, la reina Margarita, como por su hijo Federico de Dinamarca, y aquí te contamos el origen de esta animadversión.
Enrique de Dinamarca, relegado por su hijo Federico
Enrique se caso con la reina Margarita II, sin embargo, nunca obtuvo el título de rey consorte y ocupó un papel secundario en la Corte Danesa. Algo que nunca le agradó del todo y que se agravó en los últimos años previo a su muerte en 2018.
Sin embargo, cuando su hijo mayor Federico alcanzó la mayoría de edad, fue nombrado príncipe heredero, lo que provocó que se sintiera más relegado, ya que con este nombramiento de su primogénito, Enrique pasaba a ser el tercero en la línea de sucesión al trono danés.
“Durante años he sido el número dos en Dinamarca y después de tantos años, no quiero verme relegado al tercer rango, yo soy el primer hombre, no mi hijo”, expresó en una ocasión. Unas declaraciones que evidenciaban su manera de pensar, la cual claramente tenía tendencia a la estructura familiar patriarcal.
Incluso, tanto era su descontento que su esposa, la reina Margarita, lo nombró príncipe consorte, pero siguió sin obtener el título de rey, lo que provocó que en sus últimos años de vida su carácter se amargara, ya que según él, sí merecía ser reconocido como tal.
Esto provocó que su matrimonio llegara a un punto de tensión muy álgido, ya que incluso en una ocasión no asistió al cumpleaños de su mujer, alegando que estaba enfermo, aunque días después fue captado paseando por Venecia.
Finalmente, terminó por renunciar a sus obligaciones oficiales así como al título de príncipe dos años antes de su fallecimiento. Mientras que para 2017 se informaba que Enrique tenía demencia, mientras que en el año 2018 lamentablemente murió