Meghan Markle se casó con el príncipe Harry en mayo de 2018 en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. Como regalo de bodas, la reina Isabel les dio los títulos de duque y duquesa de Sussex.
Pero si el príncipe Harry es príncipe, ¿por qué Meghan no se convirtió en princesa?
El protocolo real británico establece que una princesa sólo puede serlo si es hija de un rey o príncipe, o se casa con uno. Las nietas de los monarcas también son princesas, pero dentro del ducado de su padre, como la princesa Beatriz de York, por ejemplo. Técnicamente, Meghan lleva el título de su esposo y sería la princesa Harry de Gales, pero no es una princesa como tal, ya que ella no tenía un título para empezar.
Además, cuando Harry y Meghan decidieron abandonar su rol dentro de la monarquía británica, Harry perdió el derecho de utilizar el título de Su majestad, por lo que Meghan es únicamente la duquesa de Sussex, como su esposo.
Tal vez suena confuso por el caso de la princesa Diana, quien realmente no se llamaba de esa forma. Su nombre oficial era Diana, princesa de Gales, por su entonces esposo, quien era el príncipe de Gales. Se podría explicar de mejor forma como se hacía anteriormente, cuando las mujeres tomaban el apellido de su esposo; si María Pérez se casaba con Juan García, se convertía en María Pérez de García, pero no cambiaba su nombre como tal.
Aunque Meghan nunca llegará a ser princesa, tanto ella como Harry son y seguirán siendo los duques de Sussex por ser un regalo de la reina Isabel.
A diferencia de su hermano, con la muerte de la reina Isabel y el ascenso al trono del rey Carlos, el príncipe William se convirtió en el príncipe de Gales, y como heredero directo al trono, su esposa Kate también se convirtió en princesa. Como Harry es quinto en la línea de sucesión, él mantendrá su título de duque, al igual que Meghan el de duquesa.