Para nadie es un secreto la gran afinidad que los miembros de la realeza británica tienen por los caninos. Prueba de ello es la reina Isabel y sus amados perros corgi, que eran sus más fieles y adorables mascotas y con las cuales se dejó fotografiar en más de una ocasión.
Sin embargo, si analizamos detenidamente a las mascotas que han tenido los Windsor, podremos darnos cuenta que casi nadie de la monarquía inglesa ha tenido en sus filas a animales como los gatos. Lo cual resulta ser muy peculiar. Por ello aquí trataremos de desmenuzar el curioso motivo de la ausencia de este tipo de felinos, así como quiénes han tenido estas mascotas.
¿Qué miembros de la realeza británica han tenido gatos?
Aunque no lo parezca, sí hay royals ingleses que han tenido gatos. Si bien estos pueden ser contados con los dedos de la mano, los registros históricos apuntan a que más de uno tiene afinidad por estos animales.
Actualmente, María Cristina de Reibnitz, esposa del príncipe Michael de Kent, es la única de los miembros de la casa Windsor que tiene de mascota a un felino. En su caso, es conocida su gran pasión por los gatos siameses ya que, incluso, cuando cumplió los 70 años se hizo un retrato a lado de su gato Cali, que es precisamente de esta raza.
Mientras que en el año 2016, en una entrevista que cedió para el Daily Mail, la misma princesa reconoció que, pese a que también tiene perros, desde su infancia tiene una gran preferencia por los gatos.
“Los gatos siempre han sido parte de mi vida [...] Comenzó temprano. Una gatita callejera se metió en mi corazón, y en mi cama, cuando era niña. Permaneció oculta durante semanas y, cuando la descubrieron, tuvo que quedarse, a pesar de la oposición de la familia”, señaló para la citada publicación.
No obstante, ella no es la única royal británica que ha tenido cariño por este tipo de mascotas ya que también se sabe que la reina Victoria, en su momento, llegó a retratar a un par de ellos: Snowdrop (Campanilla), que era de uno de su hijo, el príncipe Leopoldo; y por otro lado un gato llamado Peter que vivía en los establos del Palacio de Buckingham.
El motivo por el que la realeza británica no tendría gatos
Si bien no existe una versión oficial del por qué los miembros de la Casa Real no tienen gatos, es probable que ello se deba a una tradición familiar y al hecho de que los perros son considerados más adecuados para la vida en la corte. Esto porque pueden ser más fácilmente entrenados y son más sociables en ese entorno.
Mientras que los gatos, aunque son mascotas populares, a menudo son vistos como más independientes y menos alineados con la imagen pública y ceremonial de la realeza. Sin embargo, no hay una prohibición oficial de tener gatos.