Una conocida regla del catolicismo, es que las personas divorciadas no pueden volver a casarse por la iglesia, sin embargo, el 22 de mayo de 2004, Felipe de Borbón y Letizia Ortiz, quien contraía matrimonio por segunda vez, se casaron en la catedral de Almudena de Madrid.
El 7 de agosto de 1998, Letizia Ortiz se casó con el escritor Alonso Guerrero, quien es 10 años mayor que ella. Él había sido su profesor de literatura en el Instituto Ramiro de Maetzu cuando ella tenía 16 años de edad. Tiempo después se reencontraron y se volvieron novios.
Su matrimonio sólo duró un año y se divorciaron en 1999.
El 17 de octubre de 2002, durante una cena organizada por el periodista Pedro Erquicia, ocurrió el flechazo entre Letizia Ortiz y Felipe de Borbón, quien en ese entonces era príncipe de Asturias.
Año y medio después, Felipe Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos de Borbón y Grecia, quien en ese entonces tenía 36 años, se casó con la periodista asturiana, Letizia Ortiz Rocasolano, de 31 años, en la catedral de Almudena.
¿Cómo pudieron casarse el rey Felipe VI y la reina Letizia si ella era divorciada?
Antes de conocerse a principios de la década de los 2000, Letizia Ortiz se había declarado agnóstica, por lo que su primer matrimonio solo fue por el civil y no por la iglesia.
Sin embargo, según Andrew Morton en su libro ‘Ladies of Spain’, cuando conoció a Felipe de Borbón “vio la luz”. El autor asegura que, tras su compromiso real, se reunieron con el obispo y a ella le hicieron varias preguntas sobre su fe, una de ellas fue por qué ahora quería casarse por la iglesia católica si anteriormente no lo hizo, a lo que ella habría respondido: “cuando conocí a Felipe vi la luz de la fe católica”.
Le permitieron a la reina Letizia casarse por la iglesia con Felipe de Borbón debido a que la Iglesia católica admite el matrimonio de personas divorciadas civilmente, siempre y cuando no hayan estado casadas anteriormente por la iglesia.
Según informó El País en noviembre de 2003, el cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco, quien ofició la boda religiosa de Felipe VI y Letizia, aseguró en ese entonces que no había ningún inconveniente para que la periodista y el entonces príncipe celebraran su boda por el rito católico, ya que ella no se había casado por la iglesia previamente.