Por esta sorprendente razón se habrían distanciado Carolina de Mónaco y su hija Carlota Casiraghi

Mientras Carlota busca un equilibrio entre su vida privada y su pasión intelectual, Carolina sigue siendo una figura pública central en Mónaco

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El supuesto distanciamiento entre Carolina de Mónaco y Carlota Casiraghi podría estar ligado a diferencias en cuanto a prioridades familiares y de vida, según lo ha señalado la revista Bunte.

Arnold Jerocki/Getty Images

La relación entre Carolina de Mónaco y su hija Carlota Casiraghi, siempre ha sido objeto de admiración pública. Madre e hija han compartido momentos de gran cercanía, tanto en eventos oficiales como en la vida cotidiana, y a menudo se les ha visto juntas apoyando causas culturales y sociales.

Sin embargo, en los últimos meses han surgido rumores de que su relación podría estar pasando por un momento de tensión. Según fuentes recientes, la revista alemana Bunte sugiere que la causa del distanciamiento podría ser sorprendente y muy distinta a lo que el público podría imaginar.

Carolina de Mónaco, nacida en 1957 y heredera del glamour y la elegancia de su madre, la icónica Grace Kelly, ha sido un pilar de la monarquía monegasca. Tras la trágica muerte de su esposo, Stefano Casiraghi, en 1990, Carolina asumió con fuerza el papel de madre dedicada a sus hijos: Andrea, Carlota y Pierre. A lo largo de los años, ha demostrado su amor y compromiso hacia su familia, especialmente hacia Carlota, con quien siempre ha tenido una relación muy cercana.

Carlota Casiraghi, por su parte, ha seguido los pasos de su madre en el mundo de la cultura y la moda. Conocida por su estilo impecable y su pasión por la filosofía, ha sido una figura destacada tanto en las pasarelas como en los círculos intelectuales. La relación entre madre e hija parecía inquebrantable, hasta que recientemente la prensa ha comenzado a notar la aparente distancia entre ambas.

Las recientes tensiones: ¿qué dice la revista Bunte?

De acuerdo con la revista Bunte, que ha seguido de cerca los eventos de la familia Grimaldi, la posible razón detrás del distanciamiento entre Carolina y Carlota estaría relacionada con la evolución de los intereses personales y familiares de esta última. La publicación alemana sugiere que una serie de decisiones recientes de Carlota habrían provocado incomodidad en su madre, principalmente en relación con cómo maneja su vida personal y la crianza de sus hijos.

Carlota está casada desde 2019 con el productor cinematográfico francés Dimitri Rassam, con quien tiene un hijo, Balthazar. Sin embargo, Bunte insinúa que Carolina no estaría del todo conforme con algunas de las decisiones que Carlota y Dimitri han tomado en cuanto a la educación de su hijo. Según la revista, Carolina es una madre protectora, y a menudo ha expresado opiniones fuertes sobre cómo criar a los niños en la familia Grimaldi, algo que podría haber creado fricciones entre madre e hija.

Otro punto que podría estar afectando la relación entre Carolina y Carlota es el cambio de prioridades en la vida de la joven Casiraghi. Mientras que Carolina sigue muy vinculada a la vida pública y las actividades sociales en Mónaco, Carlota ha optado por una vida más discreta en Francia, enfocándose en su familia y sus intereses personales. Según Bunte, Carlota ha encontrado un equilibrio entre su rol como madre y su pasión por la filosofía, un mundo al que dedica gran parte de su tiempo.

Carlota ha sido parte de proyectos intelectuales, como su colaboración con la casa de moda Chanel, donde ha liderado charlas filosóficas, un espacio donde su madre ha mostrado menos interés. La revista alemana especula que esta divergencia en intereses podría haber sido otro factor que contribuyó a la distancia entre madre e hija, al no compartir el mismo entusiasmo por actividades culturales y familiares.

Carlota Casiraghi

Carlota Casiraghi busca un equilibrio entre su vida privada y su pasión intelectual.

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A pesar de los rumores, ninguna de las dos ha confirmado públicamente un distanciamiento. Carolina sigue siendo una figura de gran relevancia en Mónaco y continúa asistiendo a eventos oficiales, mientras que Carlota ha reducido sus apariciones públicas, concentrándose más en su vida privada.

Bunte aclara que no se trata de un rompimiento irreparable, sino de una etapa en la vida de madre e hija en la que están priorizando aspectos diferentes. No es raro que relaciones cercanas como la de Carolina y Carlota pasen por momentos de distanciamiento, especialmente cuando ambas han tomado caminos distintos en cuanto a la vida pública y familiar.

La importancia de la familia para las Grimaldi

La familia Grimaldi ha demostrado a lo largo de los años ser una de las más resilientes de la realeza europea, superando crisis personales y públicas. Tanto Carolina como Carlota entienden el peso de sus roles dentro de la monarquía de Mónaco, y es probable que, a pesar de las diferencias que pudieran existir, la unión familiar se mantenga.

En ese sentido, Bunte también sugiere que, a pesar de las tensiones, Carolina ha sido vista en varias ocasiones apoyando a su hija y a su yerno, Dimitri Rassam. Esto demuestra que, aunque pueda haber desacuerdos, el lazo madre e hija sigue siendo fuerte y difícil de romper.

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