En medio de crecientes tensiones diplomáticas, se ha instado al rey Carlos III a abordar directamente con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre sus intenciones de querer anexar a Canadá al país norteamericano.
Recordemos que en las últimas semanas, el presidente Trump ha manifestado su interés en que Canadá se convierta en el estado 51 de los Estados Unidos. Unas declaraciones que han generado controversia y preocupación tanto en Canadá como en el Reino Unido, al grado de que hay quienes piden la intervención del monarca británico en este asunto.
Según el comentarista real Richard Fitzgerald, el rey Carlos tiene la responsabilidad de hablar con el mandatario estadounidense si esta situación se intensifica. “Como jefe de Estado de Canadá, podría tener que dirigirse a Trump dependiendo de lo que suceda”, señaló a GB News. “Esto podría ser muy importante”, apuntó.
También, el experto señala que dada su posición como jefe de Estado de Canadá, Carlos “tiene ciertas responsabilidades, que pueden implicar hacer declaraciones relevantes para Estados Unidos”.
Además, Fitzgerald señaló que ve poco probable que Trump, a pesar de la buena relación que tiene con la monarquía británica, cambie su discurso. “Puede que le guste personalmente el rey Carlos, pero hasta qué punto alteraría su forma de hacer negocios debido a una declaración o visita real es una gran incógnita”, puntualizó.
Mientras que la rección del país canadiense tampoco se hizo esperar. El primer ministro Justin Trudeau ha rechazado categóricamente la idea de una anexión, afirmando que “no existe la más mínima posibilidad de que Canadá se convierta en parte de los Estados Unidos”. Además que destacó los beneficios de la cooperación económica y de seguridad entre ambos países, subrayando la importancia de mantener la soberanía canadiense.
¿Cómo es la relación entre Canadá y la monarquía británica?
La relación entre Canadá y la monarquía británica ha sido objeto de debate en los últimos años. Aunque Canadá es una nación soberana, mantiene al monarca británico como su jefe de Estado, una tradición que algunos sectores consideran obsoleta. Sin embargo, las declaraciones de Trump han unificado a muchos canadienses en defensa de su independencia y de sus instituciones actuales.
Además, según lo que recoge GB News de una encuesta de Ipsos realizada en enero, el 80% de los canadienses se oponen a la idea de que su país se convierta en parte de los Estados Unidos, lo que refuerza el sentimiento nacionalista y la defensa de la soberanía canadiense.
Por otro lado, la posible intervención del rey Carlos III podría desempeñar un papel crucial en la resolución de esta disputa diplomática y en la reafirmación de los lazos históricos entre Canadá y la monarquía británica. Mientras tanto, las declaraciones de Trump continúan generando debates sobre las relaciones bilaterales y el futuro de la Commonwealth en el continente americano.