Hagamos memoria y, seguramente, la mayoría de nosotras tuvimos una casa de muñecas o al menos la deseamos. Y para aquellas que sí la tuvieron, lo más cercano es que ésta haya sido a tamaño escala de las muñecas, ¿cierto? Y aunque ahora veamos a la reina Isabel, de 92 años, como una autoridad y como una de las mujeres más influyentes del mundo, ella también fue una niña que jugaba y soñaba con tener algunas cosas, como una casita de muñecas y, para su fortuna, la tuvo, pero no fue una casa cualquiera… De acuerdo con un archivo fotográfico, en 1932, cuando la monarca cumplió seis años, recibió una casa a escala para jugar.
Para construirla hubo un arquitecto encargado, llamado Edmund Willmott, y fue quien hizo de esa fecha un cumpleaños inolvidable a quien 20 años después se convertiría en la reina de Inglaterra.
Y como mencionamos anteriormente, no se trata de una casa cualquiera, ya que la conctrucción de tamaño real posee, hasta la fecha, una cocina, sala de estar, un dormitorio y un cuarto de baño. Este mini palacio de la reina era totalmente habitable, ya que contaba hasta con electricidad y en los grifos había agua. ¡El sueño de toda niña!
En aquella época, la ‘casita’ fue colocada en Windsor, en un terreno que era propiedad de sus padres, el rey Jorge VI y la Reina Madre. Actualmente, esa propiedad es del príncipe Andrés, padre de las princesas Beatriz y Eugenia de York.
En 2012, en un documental, la princesa Beatriz contó algunas anécdotas sobre de la casita de juegos, y una de ellas es que la construcción está inspirada en la casita que pertenecía a Wendy, el personaje de Peter Pan. Otra historia es que, al ser transportada para colocarla en el lugar donde pasaría el resto de sus años, se incendió, pero, por fortuna, el desperfecto se pudo reparar antes del cumpleaños de la monarca.
En el archivo fotográfico existente se ve a la pequeña reina Isabel jugando con su hermana, la princesa Margarita, quien falleció en 2002, a los 71 años. Ambas lucían felices en aquel ‘mini’ palacio que ha pasado de generación en generación hasta ahora. “La abuela y su hermana crecieron jugando aquí, y los primos hemos tenido la suerte de hacer lo mismo. A la abuela todavía le gusta venir de vez en cuando a visitarla. Ahora que es bisabuela, sus bisnietos también podrán disfrutar de la casa”, dijo la princesa Beatriz.
Ahora, es la princesa de 30 años quien se ha hecho cargo del “tesoro” de los niños de la realeza, colocando cortinas nuevas, una instalación eléctrica modernizada e, incluso, la porcelana y la cristalería fue reemplazada por piezas hechas especialmente para la casita, que ahora será disfrutada por los siete bisnietos de la reina. Savannah e Isla Phillips; George, Charlotte y Louis de Cambridge, así como Mia y Lena Tindall.