¿Por qué y cómo se escogen los padrinos de los bebés de la realeza? Actualmente elegir uno rico, poderoso y con muy buenas conexiones es un negocio muy deseado y una transacción semisentimental que asegurará el futuro del bebé. Estos son los padrinos y ahijados de la realeza.
¿Cómo se eligen a los padrinos de los bebés de la realeza?
Un bautizo es un hecho tan importante en el siglo XXI como lo fueron años atrás las bodas de conveniencia, ¡que cada día se ven menos, pues los royals ahora se casan por amor! Pero antes fueron negocios necesarios, donde se unían fortunas, influencias y el poder de ambas familias.
Un padrino conveniente’ (que pueda ayudar con su poder o dinero a sus ahijados) es algo muy bien pensado por los padres, aunque entre los varios que se pueden nombrar aparezca aquí y allá el nombre de alguno que otro verdadero amigo de la pareja, que si bien no es poderoso ni millonario, se convierte en una presencia querida en la ceremonia. ¡Pero son los menos!
El rol del padrino es el que se selecciona con mucho más cuidado, calculando muy bien cómo puede ayudar a los niños en el futuro. En Reino Unido hay un personaje que llama especialmente la atención, por ser el perfecto padrino de los niños VIP: se trata ni más ni menos que el príncipe Carlos, heredero de la Corona.
Carlos de Gales y sus 33 ahijados
El príncipe de Gales (aunque por su propia esposa sabemos que “no es ‘niñero’”) tiene 33 ahijados, incluyendo a Tom Parker-Bowles, hijo de Camilla, quien antes de casarse y nacer Tom, ¡había sido la joven amante de Carlos! ¿No les parece divertido y muy curioso?
Sus secretarios guardan un archivo de ellos, asegurándose que el soberano los recuerde a todos en sus cumpleaños, graduaciones, bodas y fechas importantes, con generosos regalos y múltiples atenciones.
Recientemente fue, incluso, el padrino de bodas de Alexandra, la hermana de su querido y muy aristocrático ahijado Nicholas Knatchbull.
Entre muchos, Carlos es padrino de la joven princesa Olimpia de Grecia y Dinamarca, una de las it girl del momento, hija del príncipe heredero Pavlos (¡de quien Carlos es también padrino!) y de la princesa Marie-Chantal.
También lo hizo con su sobrino-nieto Samuel Chatto (hijo de su sobrina Sarah Chatto y nieto de su hermana, la princesa Ana) y al joven maharajá de Jaipur, a quien bautizó en 1998 por ser muy amigo de su familia.
¿Curioso? Que su ahijada, la socialité diseñadora India Hicks (nieta del célebre Luis Mountbatten, primer conde de Mountbatten de Burma, a quien el príncipe de Gales adoraba) y una de las flower girls en la boda de Carlos y Diana, contó que posee una maravillosa vajilla de porcelana Thomas Goode, porque el príncipe ha ido regalándosela poco a poco ¡desde el día que la bautizó hace 50 años, hasta hoy!
Sin duda, ser ahijado del príncipe Carlos es como tener una impresionante ‘tarjeta de visita’ que todos respetan.
Isabel II y sus 30 ahijados
En 1945, la entonces princesa Isabel comenzó a fungir de madrina de niños y niñas de la aristocracia más rancia de Europa. ¡Y ya tiene 30!
Desde el príncipe heredero Alejandro de Yugoslavia; George, conde de Carnarvon (¡dueño del Castillo de Highclere donde se filmó la serie Downton Abbey!) y su sobrino David, vizconde Linley (hijo de su hermana, la princesa Margarita, y Anthony Armstrong-Jones) hasta el pro- pio Charles conde de Spencer (¡el controvertido hermano de Diana de Gales, al que bautizó en 1964!) y la princesa Teodora de Grecia, la última que bautizó en 1983, hija del exrey Constantino de Grecia y la reina Ana María, muy queridos por la reina, desde que décadas atrás perdieran su trono y comenzaran a vivir en Londres.
Como es una persona tan organizada, la reina siempre regala a sus ahijados objetos de plata: vasitos, bowls, bandejas, marcos o sonajeros grabados con sus iniciales y les envía felicitaciones en sus cumpleaños. ¡Esto no falla!
Y aunque no es una madrina cariñosa, ni apegada a sus ahijados, nadie puede criticarle que se salte el protocolo y se olvide de ellos.
Diana de Gales y sus 17 ahijados
Diana de Gales adoraba la niñez, y tenía 17 ahijados, 10 niñas y 7 niños, hijos de amigos y de personas cercanas a los Spencer.
Y todas las Navidades los pequeños recibían maravillosos regalos y asistían a almuerzos y cenas con la princesa (Carlos jamás estaba presente) en el Palacio de Kensington, donde ella ordenaba servir comida “que les guste a los pequeños”.
Cuando Lady Di murió el 31 de agosto de 1997 todo esto desapareció, y años más tarde se ha sabido que aunque muchos estaban nombrados en una letter of wishes (carta de deseos) adjunta al testamento oficial de la princesa ¡no recibieron nada! Por supuesto, en medio de la tragedia nadie se atrevió a reclamar nada. ¡Un dato que pocos conocen!
Una de sus ahijadas, Lady Edwina Snow, hija del duque de Westminster, y de una de sus mejores amigas, recuerda: “Diana nunca olvidó mi cumpleaños, y me sacaba a comer helados y pizza junto a sus hijos, Era tan cariñosa…”.
Su ahijado favorito fue el príncipe Felipe de Grecia, hijo menor del rey Constantino y la reina Ana María, quien ha dicho que fue “una madrina inolvidable”.
Felipe de Edimburgo y sus 50 ahijados
El príncipe, con poco más de 50 ahijados, que incluyen niños y niñas que crecieron para ser reinas, príncipes, duques, duquesas y poderosos políticos, por más de 75 años fue uno de los padrinos más deseados del mundo de los royals.
Y la razón es por su gran influencia con la reina Isabel II, quien en estas cuestiones de protocolo lo oye y obedece en todo.
Los ahijados de los príncipes William y Harry
Ambos hermanos tienen varios ahijados, pero es curioso que de momento traten de no aceptar más compromisos. William tiene cuatro: el príncipe Constantine Alexios de Grecia, los pequeños Thomas “Tom” Pettifer y Grace van Cutsem (estos dos son hijos de buenos amigos) y la traviesa Mia Grace Tindall, hija de su prima Zara Tindall.
Por su parte, Harry solo tiene dos ahijados, hijos de sus mejores amigos: Frederick “Fred” Pettyfer y Jasper Galloway Dyer.