Según Frédéric Deborsu, autor de Question Royale (s), el matrimonio entre los príncipes Felipe y Matilde fue forzado
Escándalos de todo tipo han revolucionado Bélgica, un país que muchos catalogaban de “reinado aburrido”, donde los muy conservadores reyes Balduino y Fabiola fueron “la imagen de la pareja perfecta” durante décadas. Pero se han destapado algunas verdades... ¿o es que todo es una terrible calumnia? No se sabe, pero con cada chisme impactante que sale a la luz en las cortes reales se vienen abajo reputaciones y se alimenta la curiosidad mundial por los royals.
En los últimos años, la familia real de Bélgica ha vivido una etapa continua de escándalos (adulterios, hijos ilegítimos, robos al estado, etc.), y el último es un libro de 300 páginas al rojo vivo, que expone la supuesta homosexualidad del príncipe Felipe de Bélgica, heredero de la corona y esposo de la muy querida princesa Matilde. Además, ha vuelto a traer a colación las infidelidades de la reina Paola y otros escándalos de la familia real. Según el periodista Frédéric Deborsu, su libro Question Royale (s) (Asuntos reales) “es el resultado de una gran investigación, donde aparecen más de 50 testigos cercanos a la familia real”. Y sobre la acusación al príncipe Felipe, explica que “cuando tenía 39 años, el príncipe no se había casado y parecía tener un problema con las mujeres”. Deborsu agrega que el heredero de la corona había tenido durante 14 años una relación homosexual -desde los 21 años- con un amigo con quien incluso había vivido. Según el libro, el rey Alberto presionó a su hijo a casarse diciéndole: “Si no te casas, nunca serás rey”. Como Felipe deseaba ser rey, permitió que sus padres le organizaran una boda de conveniencia con la dulce Matilde d?Udekem d´Acoz , una chica de excelente familia, con quien ha tenido cuatro hijos: Elisabeth, Gabriel, Emmanuel y Eléonore, quienes, según insinúa el autor del libro, fueron concebidos por inseminación artificial y nacieron en el hospital Erasmo de Bruselas, la clínica número uno en Europa, especializada en “procreación asistida”.
Para el periodista, que se ha convertido en persona no grata en Bélgica, “esto no es sorprendente porque muchos hombres que se casan por razones de estado no tienen relaciones físicas con sus esposas”. ¡Y, por supuesto, garantizan la descendencia porque existe la procreación asistida!
El autor habla de las supuestas infidelidades de la reina Paola en los años 60, la mala educación que recibieron los príncipes Felipe, Laurent y Astrid, y la sospechosa fortuna de los reyes. Y si todo eso fuera cierto, tanto Matilde como Felipe son grandes actores, porque son considerados una de las parejas más bien llevadas y felices de Europa, ¡y se muestran muy cariñosos en público el uno con el otro!
La casa real ha negado rotundamente lo publicado, y el rey Alberto está furioso con las “informaciones mentirosas e injuriosas”. El libro también afirma que el rey padece de cáncer en la piel y todos esperan que renuncie, pasando la corona al príncipe heredero Felipe. Pero con el escándalo del libro, se dificulta más esa transición, porque los antimonárquicos e independentistas en Bélgica cada día hablan más y ya están cansados de una familia real tan “inmoral y corrupta”. Según el autor del libro: “En cinco años ya no habrá una Bélgica, pues se habrá dividido en dos y la monarquía no tendrá razón de existir”.
El primer escándalo ocurrió cuando Alberto, el hermano menor del rey Balduino -de quien heredó la corona, porque este no tuvo descendientes-, tuvo una hija ilegítima con la baronesa Sybille de Selys Longchamps. Se trata de Delphine Boël, una escultora que hoy tiene 44 años.
Los reyes Paola y Alberto hoy forman un matrimonio unido. Sin embargo, en 1959, ambos tuvieron relaciones extramatrimoniales
Después de aquel affair -que se mantuvo en secreto durante tres décadas-, la esposa de Alberto, entonces la bella princesa italiana Paola Ruffo di Calabria, fue retratada por un paparazzo paseando por una playa de Italia con un hombre que se dijo era su amante. Paola fue de las primeras víctimas de los fotógrafos; aquello salió publicado en todo el mundo y puso en peligro su matrimonio con Alberto, y aunque siguieron juntos, le dio una terrible reputación a Paola. Ahora se dice que la princesa engañó a su marido para vengarse, porque era un conocido donjuán... ¡aunque parecía incapaz de romper un plato! La corte siempre ha tapado a Alberto sus aventuras, pues se conocía su gusto por las “mujeres de alterne”, que lo metían en líos, como en Cannes, en 1998, donde una call-girl a quien había regalado joyas de Cartier le robó la billetera mientras dormía.
Otro rumor que ha vuelto a surgir es que el príncipe Laurent ¡no es realmente hijo del rey Alberto, sino de Paola y de uno de sus amantes! Y el propio Laurent en 1998 habló de ello: “Dicen que no soy hijo de mi padre, pero de cualquier forma, cuando me concibieron, ¡yo no estaba presente! Así que no puedo decir que no soy hijo del rey. Que la gente crea lo que quiera creer”. Laurent fue acusado de corrupción por su propio padre, el rey Alberto, en un discurso al pueblo, donde no mencionó el nombre del príncipe (implicado ya en un desvío de 3 millones de dólares), pero dijo que “nadie está por encima de la ley”.
Cuando murió el rey Balduino en 1993, su esposa, la española Fabiola de Mora y Aragón, fue convertida en Reina Madre. Al poco tiempo, sus cuñados, los nuevos reyes, cruelmente la sacaron del palacio real donde había vivido durante 30 años y la exiliaron a un viejo castillo en contra de su voluntad. Desde entonces, tanto Paola, de 75 años, como Alberto, de 78, quienes llevan 53 años de casados, después de tantos revuelos parecen ser la imagen de la felicidad conyugal más perfecta.