La joven princesa Kako decide viajar a Inglaterra para cumplir un sueño
La princesa japonesa Kako ha dejado el hogar para dirigirse al Reino Unido, donde ingresará la Universidad de Leeds. La royal, de 22 años, quien es la nieta del emperador Akihito y la emperatriz Michiko, pasará un año como estudiante de intercambio. Ella estudiará artes escénicas y psicología, dijo la Agencia del Hogar Imperial, y sus créditos educativos en el país inglés contarán para que obtenga su título universitario en Japón.
Kako partió del aeropuerto de Haneda en Tokio en un vuelo comercial con destino a Londres, después de lo cual viajará hacia el norte de la ciudad hasta Leeds. Al igual que la mayoría de los estudiantes, según Hello!, la princesa permanecerá en un dormitorio estudiantil. Contará con mucho tiempo para instalarse antes de que el ciclo universitario comience oficialmente el 25 de septiembre.
De vuelta a casa, Kako, volverá como estudiante de la Universidad Cristiana Internacional de Tokio. Su decisión de pasar un año en el extranjero no es una sorpresa para los especialistas reales; su hermana mayor, la princesa Mako, de 25 años, completó su maestría en estudios de museos en la Universidad de Leicester en 2016. Mako también estudió historia del arte en la Universidad de Edimburgo, de septiembre de 2012 a mayo de 2013.
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Es un momento emocionante para la princesa. A principios de este mes anunció su compromiso con Kei Komuro, un antiguo compañero de clase universitario. Su matrimonio con Kei significa que la princesa perderá su estatus real; bajo la ley japonesa, las mujeres miembros de la familia imperial pierden su estatus al casarse con un plebeyo, mientras que los hombres no lo hacen.
En una conferencia de prensa, Mako dijo que primero fue atraída por la “sonrisa radiante” de Kei. Ella dijo: “Desde mi infancia sabía que dejaría mi estatus real al casarme. Mientras tanto trabajé para ayudar al emperador y cumplir mis deberes como miembro de la familia real tanto como podía, he estado acariciando mi propio destino.”
Kei, de 25 años, trabaja en un bufete de abogados, mientras que Mako sigue un doctorado y trabaja como investigadora de museos.
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