Pese a las señales de reconciliación, parece que los duques no pretenden volver a casarse
El Príncipe Andrés y Sarah Ferguson continúan teniendo una relación muy estrecha a pesar de llevar 17 años divorciados; sin embargo, parece que ninguno quiere pasar por el altar otra vez, contradiciendo así los rumores que apuntaban a un inminente enlace.
“Actúan juntos en su labor de padres y son grandes amigos, procuran ser el mejor ejemplo para las niñas”, señaló a la revista Hello! una fuente que negó la tan esperada boda.
Prueba de la buena relación entre el príncipe y Sarah es que es habitual verles junto a sus hijas, la princesa Beatriz (25) y la princesa Eugenia (23), ya sea en vacaciones o en escenas cotidianas de la familia real.
La duquesa de York, incluso, ha seguido viviendo en las mismas dependencias reales que ocupa el duque.
Otro factor que habría avivado la idea de una posible reconciliación es la aparente mejoría de la relación que mantiene la reina Isabel II con la duquesa (notoriamente fría hasta ahora), al haberla invitado a su residencia vacacional en Balmoral a principios de mes, en la que se cree fue su primera invitación oficial desde 1992.
Sea como fuere, nada es descartable, habida cuenta de las palabras del propio Andrés en 2009, cuando no negaba la posibilidad de volver a contraer matrimonio con la que fuera su mujer durante 10 años.
"¿Tenemos que casarnos? Bueno, digamos que no puedo confirmar o negar tal posibilidad. Tenemos dos hijas maravillosas”, señaló en una entrevista.