El día 31 de agosto de cada año se ha vuelto una efeméride inolvidable para todos los seguidores de la Familia Real británica, ya que en esa fecha se cumple un año más de la trágica muerte de Diana de Gales, mejor conocida como Lady Di, quien, siendo perseguida por un grupo de paparazzis, perdió la vida en un accidente automovilístico sucedido bajo el túnel del Alma en París.
Aquel 31 de agosto de 1997 el rumbo de la historia cambió por completo, pues, además de desatarse una exhaustiva investigación al respecto de la tragedia, la imagen de Diana pasó a convertirse en toda una leyenda pop.
Además de la princesa, en aquella jornada murieron sus dos acompañantes: el magnate Dodi Al-Fayed, con quien la royal mantenía una relación sentimental; y el conductor del vehículo, Henri Paul. El cuarto ocupante del vehículo donde sucedió el choque, el guardaespaldas Trevor Rees-Jones, logró sobrevivir, pese a sufrir heridas de gravedad.
En 1999, una investigación en Francia halló que Paul, quien perdió el control del coche yendo a gran velocidad bajo los efectos del alcohol y de medicamentos con prescripción médica, era el único responsable del siniestro. Sin embargo, las conclusiones de la justicia hasta la fecha mantienen insatisfechos a muchos.
El fallecimiento de Lady Di, quien tenía 36 años cuando falleció, causó una conmoción sin precedentes tanto en el Reino Unido como en todo el mundo, siendo su funeral presenciado por una audiencia estimada de 2500 millones de personas.
¿Cuáles fueron las últimas palabras que dijo Lady Di antes de morir?
Fue el diario The Sun el encargado de revelar cuál fue la frase que la “Princesa del pueblo” pronunció en sus últimos alientos. Xavier Gourmelon, quien era parte del equipo de emergencia, dijo que acudió al llamado del accidente sin saber que Diana se encontraba entre una de las víctimas.
“Cuando llegué, tenía los ojos abiertos y estaba consciente”, dijo Gourmelon a The Sun. Antes de sacarla del coche, le tomó la mano y la consoló.
“Dios mío, ¿qué ha pasado?”, le preguntó Lady Di. Estas fueron sus últimas palabras antes de fallecer repentinamente por un ataque al corazón.
“Le masajeé el corazón y unos segundos después empezó a respirar de nuevo. Fue un alivio, por supuesto, porque, como socorrista, quieres salvar vidas, y eso es lo que pensé que había hecho”.
“Para ser sincero, pensé que ella viviría. Hasta donde yo sabía, cuando estaba en la ambulancia estaba viva y esperaba que viviera.
“Pero después me enteré de que había muerto en el hospital. Fue muy triste”, concluyó el testigo.
Hoy, a casi tres décadas de la muerte de Lady Di su memoria sigue siendo honrada por quienes admiraban su labor.