En medio de las recientes declaraciones de Donald Trump hacia el príncipe Harry, los duques de Sussex han respondido a sus palabras con un tajante gesto durante los Juegos Invictus 2025, celebrados en Vancouver, Canadá, y con el cual también envían un mensaje claro frente a las críticas hacia ellos.
Durante la ceremonia de inauguración de estos juegos, la pareja fue vista compartiendo risas y gestos de complicidad. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue el beso que Harry y Meghan Markle se dieron mientras se encontraban en las gradas. Un gesto de cariño que no pasó desapercibido y que desmiente los rumores de crisis en su relación que han circulado durante los últimos meses.
Recordemos que los Juegos Invictus, fundados por el mismo Harry en 2014, son un evento deportivo internacional dedicado a los veteranos de guerra heridos en combate. Por lo que la presencia activa de Meghan en este evento destaca su apoyo continuo a las iniciativas de su esposo y su compromiso compartido con las causas benéficas, además que refrenda el amor y la unión que tiene con el príncipe.
¿Qué dijo Donald Trump sobre Meghan y Harry?
En anteriores ocasiones, el presidente Donald Trump ha emitido comentarios críticos hacia Meghan Markle y ha insinuado posibles complicaciones en el estatus migratorio del príncipe Harry. Es por ello que durante un reciente evento, la prensa preguntó si existiría la posibilidad de expulsar al duque de Sussex de los Estados Unidos.
“No quiero hacer eso. Lo dejaré en paz”, dijo Trump al New York Post tras cuestionarle si deportaría al pelirrojo royal, y al mismo tiempo lanzó un dardo en contra de la exctriz de Suits. “Ya tiene suficientes problemas con su esposa. Es terrible”, afirmó.
Por ello es que, frente a estas declaraciones de Trump, el romántico gesto de Meghan y Harry envían un mensaje poderoso sobre su enfoque ante la adversidad. Al centrarse en sus proyectos y en su relación, los Sussex demuestran que su prioridad es el bienestar de su familia y el impacto positivo de sus iniciativas.
Sin embargo, todo parece indicar que en el corto plazo los duques no tienen planes de mudarse de país y que, pese a las amenazas que pudiera lanzar Trump en su contra, seguirán residiendo en su mansión de Montecito, California, en la que viven desde hace más de 4 años tras separarse de la Familia Real Británica.