Desde que en noviembre de 2017 fue anunciado su compromiso oficial de matrimonio con el príncipe Harry, los ojos del mundo han estado sobre ella. La nueva integrante de la monarquía inglesa se volvió sensación al desafiar las reglas e imponer estilo, pero también por ser una feminista declarada y activista incansable. “Nunca quise ser una mujer que va a almuerzos, siempre quise ser una que trabaja”, escribió la hoy duquesa de Sussex en un ensayo, idea que no está dispuesta a cambiar aun cuando porte tiaras. Anglicana Meghan asistió a una escuela católica y se consideraba protestante, y aunque no necesitaba convertirse al anglicanismo para casarse con Harry, se bautizó y confirmó en la religión de la monarquía para honrar a la reina y a la iglesia de Inglaterra. Blogger Tuvo durante casi tres años un blog de estilo de vida en el que hablaba de comida, viajes, moda y belleza. Se llamaba The Tig, en honor al vino tinto Tignanello, pero lo cerró luego de comprometerse con Harry. Caligrafía Es su talento escondido. Antes de ser actriz era calígrafa y tuvo entre sus proyectos las invitaciones de boda de Robin Thicke y Paula Patton. Atribuye su habilidad a que siempre le pedían escribir a mano sus tareas escolares. Duquesa de Sussex Meghan no es una princesa. Al casarse, la reina le otorgó a Harry el ducado de ese condado, por lo que el título oficial de su esposa es “Su Alteza Real la duquesa de Sussex”, además de condesa de Dumbarton y baronesa de Kilkeel, otras regiones del reino. Estilo Traspasando los límites de la monarquía, se ha destacado por un guardarropa más sensual que el de su concuñada Kate Middleton, y las prendas que luce en sus apariciones se agotan en minutos de los estantes. Aunque es casi una obligación en eventos oficiales, no ha usado medias, ha lucido prendas muy entalladas, bolsas crossbody en lugar de clutches, y vestidos con hombros descubiertos; la única frontera que le falta por romper son los pantalones deportivos. Feminista Meghan colabora con diversas fundaciones que defienden los derechos de las mujeres. Entre sus muchas campañas filantrópicas, ha apoyado la educación femenina en India y Ruanda, y la equidad de género ante la ONU. “Estoy orgullosa de ser mujer y feminista”, afirmó en su discurso ante las Naciones Unidas en 2015. Guy y Bogart Son los nombres de las mascotas con las que vivía en Toronto; Guy se mudó a Londres con ella, pero Bogart se quedó en Los Ángeles con un amigo debido a su avanzada edad y no poder viajar. Debido a que Meghan adora a los perros, los duques recién adoptaron un labrador. Harry, su amor Conoció al príncipe en una cita a ciegas en Londres. “Estaba gratamente sorprendido cuando la vi, pensé ‘debo asegurarme de tener una buena conversación’”, declaró Harry a la BBC.
Invictus La cita más publicitada de la pareja fue en Canadá, porque los vimos tomados de la mano. Harry estaba de visita para promover los juegos Invictus, un evento deportivo creado por él en el que participan en múltiples disciplinas veteranos de guerra discapacitados. Jamaica Fue en las playas de esta isla donde se casó con su primer esposo, Trevor Engleson, en septiembre de 2011, luego de siete años de noviazgo. Se divorciaron dos años después en buenos términos. Kate Middleton A ambas les gusta el trabajo humanitario, por lo que tienen eso en común a pesar de los rumores de que no se llevan bien. Meghan participó con un discurso feminista en la organización Royal Foundation, dirigida por los duques de Cambridge, y a pesar de que la monarquía no tiene permitido opinar sobre temas controversiales, en él reiteró su apoyo a los movimientos recientes #metoo y Time’s Up. Liberal y abierta Tanto la duquesa como el príncipe no se distinguen por seguir las reglas al pie de la letra. Han roto el protocolo para acariciarse y besarse en público, y es la primera mujer divorciada y más grande que el novio en unirse a la familia (ella tiene 37 años y él 34). Además, en una muestra de equidad, Harry porta una argolla de matrimonio, pues según la tradición de la monarquía, los anillos sólo son para las esposas.
Multicultural Su padre tiene ascendencia alemana e irlandesa, y su madre es afroamericana, por lo que Meghan lleva una mezcla de culturas en la sangre. “De niña mi herencia me generó un problema de identificación, pero aprendí a amarla”, dijo. Nuevas reglas Como cualquier estrella de Hollywood, la actriz estaba acostumbrada a tomarse selfies con sus fans y dar autógrafos, pero el protocolo real se lo prohíbe, así que la veremos sonriendo, pero nunca más posando para la cámara de un admirador.
Outfits La periodista de moda Katie Nicholl ha calculado el valor del guardarropa de Meghan al sumar el precio de la ropa que ha usado desde que se casó con el príncipe Harry en un vestido Givenchy, y la cifra supera los 983 mil dólares. Polémica La familia de la duquesa ha causado controversia, en especial su media hermana Samantha, quien planea escribir un libro sobre Meghan. La acusa de ser egoísta, le reprocha no haberlos invitado a la boda, no ayudarlos económicamente y despreciarlos para complacer a la realeza. Su padre no pudo asistir al gran evento debido a supuestos motivos de salud; no obstante, su madre, Doria Ragland, se ha mantenido al margen del drama y estuvo presente en la ceremonia. Sin sorpresa, la monarquía decidió no incluir a ninguno de los Markle en el escudo de armas de la boda. Queremos pastel En su recepción, Harry y Meghan sirvieron pastel de limón en lugar de uno de frutas. ¿Por qué es relevante? Desde el festejo de la reina Victoria y el príncipe Alberto hasta la boda de su hermano William y Kate Middleton, todas las parejas tuvieron un fruitcake de ocho pisos, ya que es un símbolo de riqueza por los muchos ingredientes que lleva; pero los novios eligieron su sabor favorito en lugar de cualquier tradición. Redes sociales Tuvo que eliminar su cuenta de Instagram (que tenía más de un millón y medio de seguidores) para formar parte de la cuenta oficial de la realeza de Kensington @kensingtonroyal en Twitter, Facebook e Instagram. Y una “R” bonus: Su primer nombre es Rachel. Suits Fue la serie de televisión que la llevó a la fama; interpretó a la abogada Rachel Zane de 2011 a 2018. Como pasó en la vida real, su personaje salió del show bajo el pretexto de que se casó y mudó a otra ciudad. Toronto Aquí grababa su exitosa serie, por lo que cambió su domicilio de Los Ángeles a la ciudad canadiense cuando aceptó el trabajo. Al mudarse a Inglaterra vendió su casa por 1.6 millones de dólares. Universitaria Asistió a Northwestern University en Illinois y cursó dos carreras: teatro y estudios internacionales. Ahora la escuela utiliza la fotografía de su exalumna para atraer a posibles estudiantes. “Puedes hacer lo que sea cuando eliges Northwestern. Ellos lo hicieron”, dice sobre la duquesa y otros graduados exitosos. Vida política Escribió una carta a Hillary Clinton cuando tenía 11 años de edad para quejarse de un anuncio de jabón que le pareció sexista, y funcionó: cambiaron la frase “Mujeres de América pelean contra sartenes con grasa” por “Gente de América”. Su primer trabajo después de estudiar fue en el Departamento de Asuntos Públicos de la embajada de Estados Unidos en Argentina, por lo que habla español de manera fluida. Windsor El castillo rompió las reglas para la nueva integrante de la familia, pues aunque al príncipe Carlos le fue permitido casarse con Camilla, ahora duquesa de Cornualles, fue sólo una ceremonia civil. A Harry le concedieron el privilegio de ser el primer miembro de la monarquía en casarse por la iglesia con una mujer divorciada. Xenofobia Es lo que ha sufrido la duquesa de Sussex desde antes de casarse debido a su mezcla de culturas. De hecho, en 2018, Jo Marney, la novia de Henry Bolton, presidente del partido xenófobo británico Ukip, y éste, fueron expulsados de la organización tras referirse de manera racista a Markle. De acuerdo con la revista semanal Mail on Sunday, la mujer de 25 años de edad envió mensajes a un amigo en un tono de gran desprecio hacia la ahora duquesa y la gente afrodescendiente. Yoga Es el secreto detrás de su figura. Lo practica desde los siete años (le enseñó su madre, quien es instructora) y hoy hace hot yoga. Zafiro El anillo de compromiso de Lady Di, ahora de Kate Middleton, tiene esta piedra, por lo que se esperaba que Harry también le diera un zafiro a Meghan en su boda y así unirla simbólicamente a las mujeres de la familia. Sin embargo, optó por un tono más claro: su “algo azul” fue un anillo de aguamarina de la princesa Diana.