Antes de convertirse en duquesa de Sussex, Meghan Markle tenía una vida completamente distinta. Su carrera como actriz, su activismo y su estilo de vida en Hollywood la hicieron destacar por mérito propio, mucho antes de conocer al príncipe Harry.
Sin embargo, tras su boda con el hijo menor de Carlos III, su realidad cambió drásticamente. Pasó de las alfombras rojas y los sets de grabación a los protocolos reales y ceremonias oficiales. Una transformación que ha sido de las más comentadas en la historia de la monarquía británica.
Así era la vida de Meghan Markle antes de la realeza
Nacida en 1981 en Los Ángeles, Meghan Markle creció con una fuerte influencia del mundo del espectáculo. Su padre, Thomas Markle, trabajaba en la industria televisiva, lo que le permitió familiarizarse con el ambiente desde pequeña.
Estudió teatro y relaciones internacionales en la Universidad Northwestern y, tras varios años de pequeños papeles en series y películas, logró su gran oportunidad en 2011 al interpretar a Rachel Zane en Suits, una de las series legales más populares de la época.
Además de su trabajo como actriz, Meghan ya tenía una faceta solidaria muy marcada. Desde los 11 años, cuando logró que una empresa cambiara un anuncio considerado sexista, mostró su interés por las causas sociales.
Con el tiempo, su activismo la llevó a trabajar con la ONU y otras organizaciones humanitarias, defendiendo la igualdad de género y el acceso a la educación. También administraba un blog de estilo de vida, The Tig, donde compartía sus experiencias y consejos sobre moda, viajes y bienestar.
La llegada del príncipe Harry y su transformación en duquesa
Pero todo cambió para Meghan cuando conoció al príncipe Harry en 2016, a través de amigos en común. Su relación avanzó rápidamente y, en 2017, anunciaron su compromiso. La actriz dejó atrás su carrera en Hollywood, cerró su blog y se trasladó al Reino Unido para asumir su nuevo rol como miembro de la Familia Real.
Así, en mayo de 2018, tras su boda en el Castillo de Windsor, Markle se convirtió oficialmente en duquesa de Sussex. Durante su tiempo como royal, trabajó en proyectos de caridad, impulsó la publicación de un libro de cocina benéfico y desarrolló iniciativas en favor del empoderamiento femenino.
Sin embargo, la presión mediática y los conflictos dentro de la Familia Real la llevaron, junto con Harry, a tomar la decisión más impactante de su vida: renunciar a sus deberes reales y mudarse a Estados Unidos.
De regreso a su esencia: su nueva vida tras la monarquía
Desde su salida de la realeza, Meghan ha retomado su vida lejos de los estrictos protocolos. Mientras que su serie de Netflix y el lanzamiento de su marca de estilo son prueba de ellos. Y aunque ya no es actriz ni una royal en ejercicio, sigue siendo una de las figuras más influyentes del mundo.
Así, Meghan Markle ha demostrado que, aunque su historia cambió drásticamente, sigue fiel a sus valores e intereses. Su vida ha tenido giros inesperados, pero ella ha sabido adaptarse y encontrar su propio camino, ya sea en Hollywood, en la realeza o en su nueva etapa como empresaria y activista.