Recordemos que hace unos días, Meghan Markle hizo una aparición sorpresa en los British Fashion Awards para entregar un galardón a la diseñadora Clare Waight Keller, quien fue la encargada de su vestido de novia. Ese día, la duquesa de Sussex causó revuelo por su vestido de terciopelo negro, con el acentuar más su embarazo, y fue una ocasión para que algunos cibernautas remarcaran y criticaran lo mucho que se tocaba el vientre, situación que luego fue justificada por unas aparentes pataditas que le daba su bebé. Lo que no se dio a conocer fue lo que pasó tras bambalinas en el evento, pero en días pasados se reveló una fotografía en la que Meghan aparecía con Clare Waight Keller y la actriz Rosamund Pike. Al igual que en la mayoría de las imágenes, la futura mamá aparece sosteniendo su vientre con las dos manos. Pero esta instantánea, en blanco y negro, que para algunos puede resultar normal, como el de tres celebridades inmortalizando el momento, para la misma Meghan no lo fue, tanto que pidió a los organizadores que se retirara de las redes sociales para no tener problemas con la reina Isabel, y así sucedió. Pero como es de esperarse en esta era digital, la imagen no desapareció del todo, ya que los fans de la exactriz lograron copiarla y publicarla en diferentes redes sociales. https://www.instagram.com/p/BrOlkXylxD6/ Según publica el Daily Mail, al Palacio de Kensington no le gustó que posara embarazada en este tipo de foto. “Había algo ostentoso en la forma en que posó sosteniendo su panza, además de que llevaba un esmalte de uñas oscuro que la reina odia”, dijo una fuente. “No sería sorprendente si, consciente de ello, la misma duquesa pidiera que la retiraran”, añadió. Para sustituir esa foto, se cambió por otra convencional de la duquesa sobre el escenario en el mismo evento, y, casualmente, fue la misma que eligió Kensington para mostrar en sus cuentas oficiales. https://www.instagram.com/p/BrP9Sl_F2Yq/?utm_source=ig_embed Algo que también se ha revelado sobre esta velada de moda es que la duquesa estuvo protegida por un equipo de seguridad extremadamente estricto y que nadie, absolutamente nadie, podía acercarse ella, sin excepciones. Algunas de las estrellas más importantes en el evento, como Kendall Jenner, Rita Ora y los Beckham, fueron rechazados y no pudieron tener contacto con la futura mamá.