Este martes, la duquesa de Sussex quiso llevar un poco de espíritu navideño por adelantado al centro Brinsworth House, una residencia para ancianos regentada por la organización benéfica Royal Variety Charity, la cual acoge a antiguos trabajadores de la industria del entretenimiento. La visita se trataba de un acto hecho a la medida de la antigua protagonista de la serie ‘Suits’, que tuvo la oportunidad de conversar con varios de los 36 residentes, entre los que se encuentran músicos y artistas de todo tipo, y participar en una actividad de manualidades para elaborar adornos festivos que le permitió poner en práctica una vez más sus habilidades como calígrafa.
A lo largo de una de esas conversaciones, la esposa del príncipe Harry demostró una vez más su carácter cercano mientras tomaba el té con Josephine Gordon, una intérprete retirada del West End londinense que le preguntó por su estado ahora que se encuentra a punto de entrar en el tercer trimestre de gestación. “Estoy bien”, le aseguró sonriente después de que la señora le explicara que leía a menudo acerca de su marido y ella en la prensa. “Me siento muy embarazada”, matizó Meghan antes de interesarse por su interlocutora y si ella también tenía hijos. Cuando Josephine le respondió: “No, no, tenía una carrera”, la duquesa no pudo evitar sonreír con complicidad y añadir rápidamente: “Sí, eso lo comprendo perfectamente”. A lo largo de todo el recorrido por las instalaciones, Meghan fue fotografiada acariciando en varias ocasiones su ya abultado vientre al igual que hizo durante su aparición hace una semana en la gala de los premios de moda British Fashion Awards.
De cara a esta nueva aparición pública, la duquesa de Sussex lució un ajustado vestido de motivos florales, de Brock Collection, el cual combinó con uno de sus ya habituales abrigos anudados a la cintura, de Soia & Kyo, una cartera de mano tipo sobre en seda, modelo “Charlie” de Wilbur and Gussie, así como sus característicos tacones, modelo “Deneuve”, de Aquazzura.