Se conocieron como estudiantes en la Universidad de Ginebra. En cada clase se sentían más atraídos el uno por el otro; fueron amigos primero, y después se comprometieron
Fue una boda de ensueño. Ella era plebeya, por lo que recibió enorme resistencia por parte de la familia ducal de Luxemburgo, en particular de la gran duquesa Josefina Carlota. Sin embargo, Enrique de Luxemburgo estaba profundamente enamorado de la cubana María Teresa Mestre y Batista-Falla y no cedió ante la presión de su madre.
Tres semanas después de graduarse de la Universidad de Ginebra, en Suiza, se comprometieron, y el 14 de febrero de 1981 la pareja contrajo matrimonio en la catedral de Notre Dame. Allí juraron compartir el resto de sus vidas unidos; el 11 de noviembre de ese año nació el primero de sus cinco hijos: Guillermo. A él le siguieron Félix, Luis, Alexandra y el benjamín Sebastián.
A la izquierda: El día de la boda, María Teresa llevó un vestido de Balmain blanco completamente bordado y terminado con piel en el cuello, las mangas y el ruedo. A la derecha: Los grandes duques saludan al pueblo desde el balcón
En octubre del año 2000, sucediendo a su padre, el gran duque Juan, Enrique ascendió al trono y junto a él, María Teresa, como los grandes duques de Luxemburgo. En 2006 nació su primer nieto, el príncipe Gabriel, producto de la unión del príncipe Luis con la princesa Tessy, quien en 2007 dio a luz al príncipe Noe, el segundo nieto.
Los grandes duques han formado un familia ejemplar y a los 33 años de casados continúan enamorados y felices.
A la izquierda: En el año 2000, María Teresa y Enrique con sus cinco hijos: Sebastián, Félix, Alejandra, Guillermo y Luis. A la derecha: El 17 de septiembre de 2013, los grandes duques posaron con sus hijos y nietos después de la boda civil del príncipe Félix y Claire Lademacher, acompañados por los padres de ella: Hartmut y Gabriele Lademacher (a la izquierda)