Desde hace alrededor de un mes se daba por sentado que la madre de la duquesa de Sussex, Doria Ragland, pasaría el período festivo con la familia real británica en Sandringham por deseo expreso de la reina Isabel II, que habría querido tener ese bonito gesto con la esposa de su nieto Harry en deferencia a su estado para asegurarse de que estuviera rodeada de todo el cariño posible en unos días tan especiales. Sin embargo, las últimas informaciones al respecto aseguraban que finalmente no sería así y que la tradición que limita la invitación a las celebraciones navideñas de los Windsor a los parientes directos no se rompería, ni por Meghan ni por nadie. LEE TAMBIÉN: “Me siento muy embarazada”.- Meghan Markle Pero según apunta ahora la revista People, resulta que la soberana sí estaba dispuesta a hacer una excepción por Doria, aunque esta última habría decidido rechazar esa oferta y optar en su lugar por quedarse en Los Ángeles, donde reside habitualmente. En consecuencia, la duquesa pasará esos días con su marido y el resto de royals, incluidos sus cuñados, los duques de Cambridge, junto con quienes el próximo día 25 acudirá a la habitual misa de Navidad. Al menos en esta ocasión, la antigua actriz -que dará la bienvenida a su primer retoño la próxima primavera- cuenta con experiencia a la hora de seguir el rígido protocolo de tradiciones que rige esas festividades gracias a que el año pasado tuvo la oportunidad de celebrar estas mismas fechas en Sandringham antes de su boda con el príncipe Harry, lo que supuso toda una novedad en vista de que Catherine de Cambridge no fue invitada a unirse a la soberana en su propiedad de Norfolk hasta después de su enlace con el príncipe William en 2011.