La familia Wildenstein es considerada como una de las más poderosas del Reino Unido y del mundo entero, lo que les ha permitido codearse con multimillonarios y personajes de la talla del rey Carlos III, siendo este uno de sus amigos más cercanos desde hace muchos años. Sin embargo, la polémica ha perseguido en los últimos años a esta dinastía y aquí te contamos las razones.
Quiénes son los Wildenstein
Este clan reina desde hace cuatro generaciones en el mercado del arte. Mientras que lograron hacerse de un gran patrimonio precisamente por dedicarse a ser comerciantes de pinturas y cuadros de arte, así como a sus transacciones con los caballos. No obstante, fue Daniel Wildenstein quien logró amasar una gran fortuna gracias al negocio familiar.
Cuando él heredó la galería de su familia en 1963, comenzó una compra masiva de obras de arte, lo que años después provocó que circularan rumores sobre posibles estafas.
Sin embargo, cuando Daniel murió en 2001, sus dos hijos Alec y Guy Willdenstein se quedaron al frente de todos sus negocios. Mientras que a su esposa Sylvia Wildenstein le tocó solo una pensión anual de 400.000 euros y un apartamento. Algo que es casi nada en comparación con el patrimonio estimado en unos 3.000 millones de euros, en ese momento.
Además de que sus hijastros —los hijos de Daniel— le hicieron firmar la renuncia a la herencia bajo presiones y engaños. Algo que denunció años después, cuando contrató a la abogada Claude Dumont Beghi para defenderse.
Esto provocó que la justicia y la fiscalía francesa le pidieran cuentas a los descendientes Wildenstein, pues Dumont Beghi alegaba que no había sido declarada toda la herencia con la que contaba la familia “W”, como es conocida. Sin embargo, los herederos fueron absueltos en 2017, aunque el caso se retomó en 2023.
¿Qué relación tiene Carlos III con los Wildenstein?
Por otra parte, Guy Wildenstein es un amigo muy cercano del rey Carlos desde que era príncipe de Gales. Su afición por el polo y los caballos los unió, siendo esto algo en común entre los dos.
Además, tanta es su cercanía que el hijo de Guy, David Wildenstein, es ahijado del monarca británico. Demostrando así que su amistad va más allá de sus aficiones y gustos.
También cabe resaltar que Carlos III es un gran aficionado de las pinturas y acuarelas, por lo que podemos deducir que esto fue también otro detonante para fortalecer sus lazos con su amigo.