Sus peinados no eran del completo agrado de su marido, el rey Luis XVI de Francia
El rey Luis XVI rogó en una nota a su esposa, la reina María Antonieta de Francia, que tratara de no llevar unos altísimos peinados adornados con joyas y plumas ?que parecen torres. Son muy exagerados y me hacen lucir bajo?.
María Antonieta, inspirada por los peinados de su contemporánea, la famosa aristócrata inglesa Georgiana, duquesa de Devonshire, no le hizo caso al rey, aunque éste le envió con la amable nota un bello adorno hecho de diamantes, para que sustituyera las altísimas plumas naturales.