Sin duda, los tres hijos del príncipe William y Kate Middleton han demostrado tener un gran carisma ante el pueblo, gracias a sus tiernas apariciones públicas en eventos oficiales y algunos retratos compartidos en las cuentas oficiales de redes sociales de la Corona.
Aunque, cabe destacar que, desde su llegada al mundo en 2018, el menor de los príncipes de Gales ha acumulado más reconocimiento que sus hermanos por sus simpáticos gestos, probablemente por lo auténticas que han resultado sus reacciones ante situaciones importantes.
La reacción del príncipe Louis ante la muerte de su bisabuela
Kate relató en uno sus discursos de despedida para la reina Isabel II, que tras enterarse de la muerte de la monarca, fue Louis quien la consoló e hizo que sintiera menos tristeza ante la pérdida, lo cual conmocionó a todo el mundo e hizo que el cariño por parte de los civiles hacia el pequeño royal se incrementara.
Los curiosos gestos de Louis de Gales en la coronación de Carlos III
Uno de los miembros de la realeza que más llamó la atención durante la coronación del rey Carlos III, llevada a cabo en mayo de 2023, fue el príncipe Louis, quien no dejó de realizar curiosas muecas, mientras el formal evento se llevaba a cabo.
Sin importar el protocolo, las reacciones del hijo más pequeño del príncipe William ya han pasado a la historia, por medio de todos los retratos donde se le muestra bostezando o incluso queriendo entablar una conversación con su hermana Charlotte.
La falta de compostura del pequeño Louis durante el Jubileo de la Reina
En el evento del Jubileo de Platino, llevado a cabo cuando Louis tenía tan solo cuatro años de edad, fue cuando la prensa comenzó a prestar atención sobre el comportamiento del royal, de quien incluso se ha dicho que podría padecer síntomas de algún espectro del autismo.
Durante esta conmemoración, el príncipe se mostró inquieto, incluso, causando cierta reacción de incomodidad en Kate, a lo que los testigos del hecho reaccionaron con opiniones que aseguran que lo mejor es dejar a los niños expresarse libreemente para el desarrollo sano de la personalidad, sin hacer distinciones con quienes cuentan con un título real.
