La elegancia y la opulencia del Palacio de Versalles, con sus magníficos jardines y su arquitectura imponente, fue el escenario perfecto para el encuentro de Carlos III y Camila con Emmanuel y Brigitte Macron.
Sin duda, esta histórica visita tiene un significado especial, ya que Versalles, un símbolo de la antigua realeza francesa, recibió con un espectacular banquete a los representantes de una monarquía que, en dicho país, fue abolida hace casi 200 años.
Entre la lista de invitados, que convocó a 150 personalidades, sobresalió la presencia de reconocidos miembros de la sociedad británica y francesa, como Hugh Grant, acompañado de su esposa; Carole Bouquet (suegra de Carlota Casiraghi); Mick Jagger y Charlotte Gainsbourg (quienes sufrieron las inclemencias del tiempo), así como el empresarios Bernard Arnault, presidente del grupo de empresas de lujo LVMH.
Duelo de azul
Para la ocasión, Camila portó un elegante vestido de noche en crepé de seda azul noche con una capa de Dior.
La pieza de alta costura es una creación única, pues fue confeccionada por Maria Grazia Chiuri, su directora artística de la maison francesa en excusiva para Camila.
Constituye un ejemplo virtuoso de la excelencia y el savoir faire de Dior
Según el comunicado oficial emitido por la firma francesa (que fuera una de las favoritas de Diana de Gales), el vestido “constituye un ejemplo virtuoso de la excelencia y el savoir faire de Dior”.
Por su parte, Brigitte Macron, cuyo estilo es célebre por ser minimalista y sofisticado, usó un vestido de noche azul marino, recogió su cabello en un sencillo moño y portó deslumbrantes obras de alta joyería: unos pendientes de brillantes y anillo de esmeraldas.
Tres looks de invitada para la posteridad
Mención de honor mereció el look de invitada perfecta de Carole Bouquet, una lección de elegancia chic a la francesa. Sencillamente perfecto: camisa de vestir blanca y una amplia falda negra y larga. Y sí, el diablo está en los detalles: el maxi collar y los pendientes lo convierten en un look clásico.
Por su parte, Charlotte Gainsbourg, la hija de Jane Birkin,presumió brazos y piernas bien tonificados con un vestido tubo de cuelo halter y largo asimétrico. El cual complementó con joyas doradas de silueta minimalista.
Mientras que Anna Elisabet Eberstein nos sorprendió con un espectacular vestido negro adornado con perlas en el cuello, sin duda, una de las creaciones más halagadas de la noche.
Cambios en el menú
El majestuoso banquete ha tenido lugar en el icónico Salón de los Espejos, un escenario histórico e inolvidable.
De acuerdo a fuentes cercanas al Gobierno francés, el menú de la cena era un tributo a la excelencia de la cocina francesa, combinando a la perfección la creatividad y la tradición de nuestra gastronomía.
El meticuloso proceso de creación del menú ha sido aprobado por Buckingham y el Elíseo. Sin embargo, hay un detalle digno de mencionar sobre los ingredientes utilizados en esta cena real. En un gesto consciente y ecologista solicitado por el monarca británico.
Este gesto revela la profunda conciencia ecológica del monarca, quien se esfuerza por fomentar un enfoque sostenible y ético en la preparación de los alimentos reales.
Carlos III demuestra su compromiso con los derechos de los animales y el respeto por la naturaleza, influyendo positivamente en la cultura gastronómica de la realeza.
