El martes por la noche la reina Sofía fue ingresada al hospital a causa de una infección, lo que ha desatado una gran preocupación sobre su salud, sobre todo en su hijo Felipe VI, ya que previo a que se hiciera pública la noticia el rey ya daba indicios de que algo no estaba bien en su entorno.
Si bien el monarca ha cumplido con los compromisos pactados en su agenda y se ha mostrado amable y distendido, como suele ser, por momentos soltaba gestos de intranquilidad. Algo muy poco habitual en él pero que ahora cobra todo el sentido del mundo.
La preocupación del rey Felipe VI por la reina Sofía
Como ya adelantábamos, Felipe cumplió con las actividades programadas en su agenda ya que presidió varias audiencias con cargos militares; sin embargo, durante éstas se vio con un semblante más serio de lo habitual y con una expresión de preocupación que, por instantes, se le escapaba de su rostro.
Mientras que su salida de este acto casi coincidió con el anuncio de la hospitalización de su madre, ya que al poco tiempo de haber terminado con sus compromisos la Casa Real de España informó que Doña Sofía había sido internada en la Clínica Ruber de Madrid, lo que prendió las alarmas sobre su estado de salud.
Por otra parte, el escueto comunicado que lanzó la institución monárquica para dar a conocer la situación, decía que la reina emérita fue trasladada al hospital el martes por la noche debido a una infección en el tracto urinario, y que su evolución estaba “siendo muy rápida y favorable”. Aunque no se dieron más detalles al respecto.
Esta noticia, sin duda, ha generado una gran incertidumbre dentro de la Familia Real Española así como en el pueblo español, sobre todo porque no existían indicios de que la madre del rey Felipe estuviera pasando por algún problema de salud. De hecho, en las últimas semanas la hemos visto muy activa.
Durante el fin de semana se dio cita en la boda del Alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, con Teresa Urquijo. Mientras que el lunes asistió a la misa en homenaje a Fernando Gómez-Acebo. Además de que también habría asistido, junto con el rey Felipe, a una comida en un restaurante de Madrid, en donde se reunió con los primos de su hijo.
Sin embargo, ha trascendido que después de esta reunión u horas más tarde fue que la emérita de 85 años tuvo que ser trasladada al hospital.