Misma forma de nariz u ojos, forma de sonreír similar o, simplemente, aire de familia, en el mundo de la realeza hay similitudes sorprendentes.
En el mundo de la realeza, la imagen y el prestigio son aspectos fundamentales para mantenerse en la cima. Sin embargo, es bastante sorprendente descubrir que algunos miembros de diferentes casas reales comparten un parecido notable entre sí
Desde estilos de vestir y protocolos hasta discursos y enfoques en temas importantes, los parecidos entre los miembros de la realeza a menudo sorprenden y generan diversas teorías.
Príncipe Frederick y Lord Frederick Windsor
El parecido entre el Príncipe Federico y Lord Federico Windsor es notorio, no sólo en sus nombres, sino también en sus rasgos faciales, especialmente en sus ojos.
Ambos comparten una mirada intensa y penetrante, que refleja una determinación y seriedad similar.
Por su parecido físico y su conexión con la realeza se ha establecido comparaciones entre ellos, y demuestran cómo la genética y el linaje real pueden dejar una huella en la apariencia de las personas a lo largo de las generaciones.
El conde Spencer y el príncipe George
Gracias a una foto publicada por el hermano de la princesa Diana, Charles Spencer, se hizo evidente el parecido del príncipe George con su bisabuelo materno, John Spencer, octavo conde Spencer.
Tanto el príncipe como su bisabuelo comparten los mismos ojos azules, la misma nariz recta y el mismo mentón prominente.
En ocasiones, además de apostar por la Inteligencia Artificial para pronosticar los cambios físicos de los miembros de la realeza británica (o de cualquier persona), consultar los álbumes fotográficos familiares también nos puede revelar grandes sorpresas.
El zar Nicolás II de Rusia y el rey Jorge V de Reino Unido
El parecido entre el zar Nicolás II de Rusia y el rey Jorge V (abuelo de Isabel II) del Reino Unido es realmente sorprendente. No sólo eran contemporáneos a principios del siglo XX, sino que también eran primos hermanos.
Tanto Nicolás II como Jorge V eran nietos de la reina Victoria, lo que explica la presencia de sorprendentes rasgos similares.
Sus estructuras faciales, incluidas las prominentes mandíbulas, la forma de la nariz y los ojos, guardan un parecido notable.
Este parecido es particularmente evidente en las fotografías de los dos monarcas. Sus expresiones faciales y gestos también comparten similitudes, acentuando aún más el parecido visual.
La reina madre y la princesa Charlotte
A sus 8 años, la princesa Charlotte, hija de los príncipes de Gales, mantiene una asombrosa similitud en rasgos y gestos con su fallecida tatarabuela, Elizabeth Bowes-Lyon, la Reina Madre.
El parecido de la madre de la difunta reina Isabel II y su tataranieta ha sorprendido a propios y extraños, dejando claro el refrán: “la sangre, llama”.
Quizá la sangre llama o sólo sea cuestión de genes, pero estos doppelgänger (especies de gemelos no necesariamente consanguíneos) de la monarquía te harán creer que estás viendo doble.