El príncipe Eduardo y su esposa, Sofía de Edimburgo, realizaron esta semana un viaje muy especial a Malta, un destino con profundas conexiones emocionales con la Familia Real Británica, en especial con la fallecida reina Isabel II ya que ello recordó a una de las épocas más felices de su vida.
Así fue la visita de los duques de Edimburgo a Malta
Asimismo, esta visita se realizó el pasado 7 de octubre y fue para conmemorar el 60 aniversario de la independencia de este país. Además que también aprovecharon para conmemorar la valentía del pueblo de Malta durante la Segunda Guerra Mundial, lanzando una corona en el puerto de La Valeta, que sufrió implacables ataques aéreos en aquella época.
Luego, el príncipe Eduardo también pudo recorrer la nueva sede maltesa del Premio Internacional del Duque de Edimburgo, donde conoció a jóvenes que participaban en actividades mientras trabajaban por sus premios de bronce, plata y oro.
Además, los duques visitaron el que fuera el hogar de Isabel, cuando era princesa, entre finales de los años cuarenta y principios de la década de los cincuenta. Un momento que ha dejado un posado de lo más especial ya que se tomaron una foto en este lugar.
Malta, el lugar de la reina Isabel donde pasó uno de los mejores momentos de su vida
Para muchos, Malta es solo un hermoso destino turístico en el Mediterráneo, pero para la reina Isabel la isla fue un refugio de tranquilidad y amor en los primeros años de su matrimonio con el príncipe Felipe.
Entre 1949 y 1951, la entonces princesa Isabel vivió en Malta, en la Villa Guardamangia, mientras su esposo servía como oficial naval. Esta etapa marcó un período en el que Isabel pudo disfrutar de cierta libertad antes de asumir plenamente los deberes reales que le deparaba el destino. Aquellos años en la isla están llenos de recuerdos felices para la monarca, quien siempre mantuvo un cariño especial por Malta.
Mientras que esta casa, que estaba adosada en los suburbios de La Valeta y construida al estilo tradicional maltés, se la legó el tío de Felipe, Louis Mountbatten. Y si bien ahora se encuentra en reparación, sin duda alguna, es uno de los lugares más emblemáticos de la Familia Real. De hecho, Isabel II regresó a Malta en seis ocasiones a lo largo de su reinado y en cada una de ellas siempre hubo una conexión muy especial.