Aunque para muchos parezca de ensueño, la historia de Letizia Ortiz no siempre ha transcurrido por momentos idóneos, ya que, si bien al final del cuento la plebeya logró convertirse en reina, la realidad es que en medio de esa trama se entretejen varios matices difíciles para la protagonista.
Y, no es para menos esperar tales pormenores, si tomamos en cuenta que desde su primer acercamiento a los Borbón, Letizia tuvo que enfrentarse a todo un choque cultural, en el que muchas veces se vio en la obligación de anteponer a la monarquía a sus propios intereses.
Así que, para comprender más acerca de los retos que Doña Letizia tuvo que enfrentar para llegar a convertirse en una monarca ideal, te presentamos 5 obstáculos por los que pasó siendo princesa de Asturias.
Aprender del protocolo
Uno de los retos más contundentes a los que Ortiz Rocasolano tuvo que hacer frente fue al aprendizaje de las formas de la realeza, las cuales se encuentran acotadas a un protocolo no escrito con cientos de años de antigüedad. Así pues, la ex periodista tuvo que aprender a comportarse en comidas, cenas, discursos y brindis. También tuvo que aprender a ofrecer palabras de cortesía, dar la mano con firmeza o recibir las reverencias.
Aceptar su nueva rutina
La esposa de Don Felipe también tuvo que ceder en materia de horarios, aceptando que la labor de representar a la monarquía es un trabajo de tiempo completo, en el que no hay horarios ni días libres, por lo que en todo momento tiene que recatarse y actuar bajo los preceptos de la institución.
Callar cuando sea necesario
Vale la pena recordar el curioso pasaje bautizado como “déjame terminar”, el cual hace referencia al momento exacto cuando Letizia osó interrumpir al príncipe Felipe en televisión nacional, mientras ambos anunciaban al mundo su compromiso.
A partir de ese momento, por el cual fue muy criticada, Letizia ha sabido guardar sus palabras y silencios para el momento preciso.
Impregnar su trabajo de su esencia
También vale la pena mencionar que un reto para Letizia siendo princesa de Asturias fue comenzar a velar por sus propios intereses hasta hacer suyas cada una de las labores escritas en su agenda real.
De esta manera su compromiso con los actos se acrecentó cada vez más hasta llegar al punto en el que se encuentra asentada ahora.
Cuidar su estilo en todo momento
Por último, es preciso enlistar el esfuerzo que la reina Letizia tuvo que hacer para adecuar su antiguo estilo a sus nuevas labores y la nueva imagen que la Casa Real le exige proyectar. Una labor que, sin duda, no fue fácil, pero que ha logrado afinar de manera magistral.