Esta semana, la duquesa de Sussex fue noticia al revelarse que viajó a Nueva York para reunirse con sus amigos, quienes la agasajaron con su primer baby shower. En los cinco días que duró su viaje, de carácter “estrictamente privado”, según informó el palacio de Buckingham, se le vio radiante y relajada, con looks que no habían distado mucho a como se le suele ver en eventos casuales. Sin embargo, para su regreso a Gran Bretaña, Meghan prefirió la comodidad al elegir ropa cómoda y deportiva. A la salida de su hotel rumbo al aeropuerto fue captada vistiendo unos leggins, una chaqueta y unos tenis, todo en negro, combinados con un abrigo color camel y una gorra con la leyenda “Rectify”. Hasta este momento ha sido este el look más casual con el que se ha visto a Markle, quien a sus siete meses de embarazo, no se había dejado de usar tacones.
El costoso viaje de Meghan
Como suele suceder, todo lo que hace la duquesa de Sussex es minuciosamente analizado y ahora que se han dado a conocer los gatos que hizo en este viaje a Estados Unidos, los británicos quieren saber de dónde salió el dinero, ya que la suma asciende a más medio millón de dólares. Según el diario Daily Mail, su regreso a suelo británico encabeza la lista de gastos, ya que solo el trayecto de vuelta a casa se calcula en unos 250 mil dólares, lo que aumentaría el precio si la ida la hizo de la misma forma. Por otro lado, Markle disfrutó de un inigualable y exclusivo baby shower que organizaron sus grandes amigas Serena Williams y la abogada Amal Clooney en el penthouse suite del hotel The Mark en el Upper East Side, cuya renta por día cuesta 75 mil dólares por noche. Pero como una fiesta sin música no es fiesta, para amenizar la velada se contrató a la arpista Erin Hill, que costó 550 mil dólares. Y si a eso se le suman sus salidas fuera del hotel a restaurantes de lujo, así como el shopping que se le vio hacer por Madison Avenue, este viaje resulta realmente elevado en gastos. Lo que preocupa sobremanera a los británicos es el costo de la seguridad que la acompañó durante toda su estadía en Nueva York, que se supone es el único desembolso que sale de las arcas estatales, y trascendió que los dos guardespaldas que la protegieron costaron 13 mil dólares, cifra que ha causado impacto en su país. Por este motivo más, la duquesa de Sussex está dando de qué hablar.